PRIMERA PLANA publicó en su edición del sábado sobre la presencia de un error en la escritura del nombre del bulevar Vélez Sarsfield, el cual figuraba como “Vélez Sarfield” en los carteles indicadores de todas las esquinas de esa arteria: Desde Avenida Paraguay hasta el Viaducto.
En la nota también se mencionó que, teniendo en cuenta que nombrar una calle es una forma de homenajear a una persona, es importante guardar cierto celo en la correcta escritura de ese nombre, sobre todo por una cuestión de respeto.
El artículo además hacía referencia a que muchas de las calles llevan el nombre de pergaminenses ilustres cuyos descendientes viven en la ciudad y que podrían de alguna manera molestarse al pasar por una esquina y ver el nombre escrito de cualquier manera. No era el caso de Dalmacio Vélez Sársfield, histórico político y jurista de origen cordobés que nada tiene que ver con Pergamino, pero el hecho debería haber servido como advertencia.
Durante la mañana del sábado, personal de la Municipalidad de Pergamino retiró la totalidad de la señalética, quedando el bulevar sin carteles indicadores, seguramente con el objeto de corregir la falencia.
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Sin embargo, en esta oportunidad, PRIMERA PLANA volvió a detectar nombres mal escritos y en este caso la situación es aún más grave porque ambas arterias recuerdan a pergaminenses destacados.
El cartel que indica la intersección de la Avenida Presidente Dr. Arturo Umberto Illia y la calle José Llordén, esquina ubicada en la zona del Cruce de Caminos, en inmediaciones de las “Torres Naranjas” de calle Goyita Salas, adolece de un par de errores graves. Se puede leer “Av. Pte. Dr. Arturo H. Illia”, nombre con el que se conoce a ese sector de la Ruta Nacional Nº 8, cuando la forma correcta de escribirlo es Av. Pte. Dr. Arturo U. Illia, mientras que el otro cartel reza “Jose Llorden”,cuando debe decir José Llordén.
Tal vez, la ausencia de la acentuación de José Llordén pasé más desapercibida. Esto puede ser real. Pero el error es mucho más notorio en “Av. Pte. Dr. Arturo H. Illia”, precisamente en una fecha como la de ayer, que se conmemoró el aniversario Nº 38 del fallecimiento del expresidente de la Nación, cuyo nombre es una especie de “carta de presentación” de la ciudad. Arturo Illia se llamaba Umberto sin "H".
La figura del médico nacido en nuestra ciudad, que llegó a ocupar el cargo de Jefe de Estado, es permanentemente resaltada por políticos, dirigentes y ciudadanos de a pié. Inclusive el propio intendente municipal, Javier Martínez, mencionó en numerosas ocasiones -y lo hace cada vez que puede- que su segundo nombre es Arturo, debido a la admiración que sentía su familia por el hoy mítico dirigente radical.
Además, un cartel con la figura de Illia le da a los viajeros la bienvenida a la ciudad, razón por la cual resulta contrastante que mientras se lo elogie por un lado, se sea tan negligente por el otro, de no tener siquiera el cuidado de escribir correctamente su nombre; nada menos que en la señalética de la Avenida que le rinde homenaje.
José Llordén, por su parte, destacado dirigente del ámbito del deporte, expresidente del Club Provincial, tampoco merece tanta desidia en la escritura de su nombre.
El tema de la correcta escritura de la señalética urbana no es una obsesión de PRIMERA PLANA. Es una obligación que deben cumplir los funcionarios. Y está íntimamente vinculado con el respeto, el decoro, la responsabilidad sobre la identidad de las personas y la voluntad de hacer bien las cosas.
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