Ruiz accedió al sistema de juicio abreviado y el juez de la causa, con los elementos probatorios reunidos por el fiscal Marcelo Manso durante la instrucción, la condenó seis años y siete meses de prisión efectiva por el delito de robo agravado.
El fiscal Marcelo Manso y la Defensoría Oficial acordaron la máxima sanción que le cabe a un delito de este tipo y la joven deberá cumplir la pena por completo tras ser hallada responsable del ilícito del que estaba acusada y por el que había sido detenida momentos después de cometerlo.
Manuela Ruiz fue detenida el 18 de julio del año pasado al mediodía, luego de que, junto a otro joven, irrumpió en el maxikiosco 505, ubicado en la intersección de Quiroga y Belgrano con fines de robo. Empuñando un arma de fuego, un cuchillo y un destornillador, redujeron a la mujer que atendía el comercio, robaron dinero y chocolates, y huyeron.
En la fuga, fueron interceptados por un agente del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) que se encontraba en las puertas de la clínica San Pedro, quien al advertir lo que sucedía se interpuso en el momento en que los ladrones intentaban escapar en moto.
El agente del SPB pudo retener a la joven hasta que llegó la policía, mientras que su cómplice logró evadirse del lugar sin ser identificado. Ruiz fue detenida e imputada por el hecho, que primero fue caratulado "tentativa de robo" y luego pasó a "robo calificado", porque el acompañante de la joven se llevó parte del botín.
Las imágenes de las cámaras de seguridad dejaron en claro que fue ella la que empuñó el arma. Decidida y sin ponerse nerviosa, apunta a la empleada para pedirle el dinero de la caja que contenía la recaudación del día.
Manuel Ruiz cometió el robo que le valió ser detenida y ahora condenada poco después de haber cumplido 18 años. No era el primer hecho ilícito en el que se veía involucrada. En su familia aseguran que todo está vinculado a una trayectoria de adicción que la arrastró al delito.
Su padre, empleado de un empaque de frutas donde ella supo ir a trabajar tras terminar sus estudios secundarios en la escuela normal, había expresado su preocupación por el consumo de drogas y su permanencia en la cárcel si era condenada, como sucedió ahora.
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