El cantante y ministro cristiano Jaime Murrell murió ayer, a los 71 años, debido a un agravamiento de un cuadro de coronavirus.
La noticia generó una fuerte conmoción en el mundo evangélico y especialmente en Pergamino, donde el panameño participó de las ediciones de la Fiesta de la Fe 2017 y 2018, organizada por la Iglesia Gente Nueva, en la intersección de avenidas de Mayo y Rocha.
El fallecimiento de Murrel se suma al de otro líder evangélico, también a raíz de complicaciones en la salud por la pandemia, en septiembre pasado: El pastor rosarino José María Silvestri, fundador y líder de la Iglesia Evangélica Misionera Argentina1 (IEMA) y de la señal televisiva Canal Luz.
Jaime Murrell, en sus inicios, se destacó en Panamá con los Mozambiques y el Grupo Skorpio, con temas como “Ilsa”, “Volver, volver”, “A qué no”, “Escalofrío de Amor” y “Algo de Mí”. Y luego incursionó con rotundo éxito en la música cristiana.
NOTA RELACIONADA: Ya llega la Fiesta de la Fe 2018, con Jaime Murrel y el pastor Omar Olier
En un comunicado publicado anoche en la cuenta de Facebook del cantante, confirmaron la noticia de la muerte del ministro y lo anunciaron como “el día de hoy, se graduó Jaime Murrell, tal como él siempre lo decía: ‘El día de mi muerte, es el día de mi graduación’”.
Es recordado como un esposo y padre ejemplar, un buen amigo, un apasionado adorador y predicador, con un trayectoria de 45 años como servidor de Cristo.
“Deja un gran legado de la pasión por predicar, el amor de Cristo como estilo de vida, ver la adoración como obediencia a Dios, amar al prójimo por encima de cualquier título religioso, comprender que nuestra mayor meta es que el carácter de Cristo sea formado en nosotros, clamar por la Paz de cada ciudad, buscar siempre menguar para que sea Cristo él que crezca en nosotros”, indica el mensaje en sus redes sociales.
¿Quién era Jaime Murrell?
Fue un fiel seguidor de Cristo. Conoció a Jesús en 1977, año que aceptó al Señor e hizo el compromiso de dedicar sus talentos exclusivamente a Dios.
En 1993, comenzó los preparativos de una grabación de alabanza y adoración que tuvo lugar en la Catedral del pueblo en Miami, en la cual Marcos Witt seria el vocalista principal, sin embargo el día antes de la grabación debido a una tormenta eléctrica, juntos comenzaron a adorar al Señor de forma espontánea mientras esperaban a que todo volviera a la normalidad. La opción de esos momentos de adoración dieron paso a que Jaime formara parte de la grabación “Grandes son tus maravillas”.
Desde entonces, sirvió por completo al Señor y viajó por todo el mundo “alcanzando las naciones” con su música y enseñanza.
En 1997 grabó “Déjame que te alabe”, con el que expresó el gozo y la gratitud de un corazón que anhela alabar a Dios y que sabe esperar en él.
Entre sus grabaciones, a finales de 1997 están “Preparad el camino” con Marcos Witt, trabajo que fue grabado en vivo en Jerusalén. Y 1998 en Torreón, México se grabó el proyecto “Quiero alabar”.
Ya en el año 2000 salió su primera grabación “Prometo amarte”, que estuvo nominado para “Premio Dove” como “Mejor álbum latino del Año”, juntamente con otros adoradores en el 2001.
Un año después, grabó en vivo en el Teatro Metropolitana de México, las canciones que lo llevaron a ser conocido por todo el mundo. Fue lanzado por Vida Music y Piedra Angular en el mes de octubre del 2004. Además se grabó en Rusia el video de “Quiero más de ti”. Y en el mismo año, Jaime Murrel fue nominado los Premios Arpa como “Mejor cantante masculino”.
En 2005, hizo una recopilación de las canciones, la cual llamó “Para mis amigos” y lanza su sello musical Murrell Music. Y con Codisco, en octubre del 2005, lanza otro proyecto de Alabanza y Adoración llamada “Da la mano”, así como las pistas del disco “25 años de ministerio”.
Jaime fue un excelente vocalista, pero aún más supo motivar a la congregación a entrar a la presencia del Señor. No se consideró como un cantante cristiano sino como un “Adorador del Todopoderoso”.
Siempre dijo que su intención era el de poder comunicar que “no debemos adorar al Señor por lo que pueda darnos sino por lo que él es.
“Nuestro Padre que nos ama de una manera que nuestra mente no puede comprender, la adoración y la alabanza son expresiones de amor y de gratitud. Es un tiempo de celebración al darnos cuenta de que Dios es grande. La razón por lo cual algunas personas no pueden adorar en espíritu y en verdad es porque realmente no conocen quien es él; aquellos que sí lo conocen, escogerán postrarse delante de él”, dijo alguna vez Jaime Murrell, cuya desaparición física genera una fuerte conmoción en las congregaciones cristianas evangélicas de nuestra ciudad, que lo disfrutaron durante dos ediciones seguidas de la Fiesta de la Fe.
Si todavía no recibís las noticias de PRIMERA PLANA en tu celular, hacé click en el siguiente enlace https://bit.ly/3ndYMzJ y pasarás a formar parte de nuestra base de datos para estar informado con todo lo que pasa en la ciudad y la región.
