Se entiende que un hombre sufre este problema sexual cuando eyacula mucho antes de lo deseado, normalmente a los dos minutos de penetrar a su pareja. Es decir, que es bastante antes de lo que acostumbra durar una relación sexual media, que suele estar sobre los siete minutos.
Las causas de este trastorno son variadas. Algunos expertos asumen factores biológicos como una hipersensibilidad o cambios en la interacción entre las hormonas y los nervios, pero, principalmente, se debe a motivos de origen psicológico como la ansiedad, el estrés o la baja autoestima.
La eyaculación precoz afecta al menos a un tercio de los hombres y apenas hay tratamientos farmacológicos que se hayan demostrado eficaces y seguros. En cambio, un metaanálisis de la Universidad Anglia Ruskin reveló que una sencilla rutina de actividades físicas puede mejorar la patología de una manera más provechosa y con buenos resultados.
El nuevo estudio, fue publicado en Trends in Urology & Men’s Health.
La práctica de actividad física de intensidad moderada es la que ofrece los resultados más prometedores de todas las opciones sin medicación. En este sentido, correr durante 30 minutos, cinco veces por semana, ha tenido efectos similares a los de tomar dapoxetina, un medicamento que se utiliza para el tratamiento de la eyaculación precoz.
Otro estudio analizado recurrió a ejercicios del suelo pélvico para ayudar a los hombres a durar más tiempo en la cama. Este tipo de ejercicios, hechos de forma constante, también tuvieron un efecto positivo, aumentando el tiempo hasta la eyaculación entre uno y tres minutos.
Además de estas dos actividades físicas, los expertos han encontrado que la terapia conversacional, que viene a ser una orientación para superar bloqueos mentales, también ha ayudado a hombres que no duran demasiado en la cama.
“Nuestro estudio hizo un completo repaso de otras investigaciones sobre las intervenciones no farmacológicas para este planteo común en la consulta médica y hay indicaciones claras de que la actividad física como correr y ejercicios en el suelo que involucran a la pelvis, son prometedores en numerosos trabajos”, insistió en la presentación de los resultados Lee Smith, catedrático de Salud Pública en la Universidad Anglia Ruskin.
“Teniendo en cuenta que los medicamentos a veces tienen efectos secundarios, vemos que, después de todo, la mejor medicina para evitar la eyaculación precoz podría ser el ejercicio”, finalizó el autor principal del análisis.
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