El Ejecutivo informó ayer por la noche que pretende regresar al esquema que estuvo vigente entre 2008 y 2017, el cual se regía en un 50% por la recaudación y un 50% por el índice de salarios del Indec o del Ministerio de Trabajo, el que diera más alto, con una actualización semestral.
De acuerdo al organismo previsional, esa fórmula permitió que los haberes mínimos avanzaran en términos reales un 25,8% durante el período en el que estuvo vigente. Sin embargo, a partir de 2018 se la reemplazó por otra que combinaba la inflación en un 70% y un 30% por los sueldos registrados que elabora la cartera laboral (RIPTE).
Al pasar a una suba trimestral en lugar de trimestral, la fórmula macrista implicó desde el punto de partida un deterioro para las jubilaciones, que además quedaron mucho más expuestas a fogonazos inflacionarios como los ocurridos en 2018 y 2019. En ese lapso, los haberes mínimos acumularon un deterioro del 19,5%.
Con el cambio de Gobierno, las diversas medidas para contener la suba de precios como el cepo o el congelamiento de tarifas generaron una desaceleración en el costo de vida que hubiera favorecido a los jubilados en el 2020, dado el rezago que tiene ese esquema. Pero la administración de Alberto Fernández optó por anular temporalmente la movilidad y arrojar incrementos por decreto y bonos concentrados en la base de la pirámide, que implicaron una mejora del 5,4% en términos reales para los que reciben la mínima. La decisión se tomó porque esa fórmula "ponía en riesgo la sustentabilidad del sistema de seguridad social, al no tener ninguna correlación entre la movilidad y los recursos disponibles".
De acuerdo a la Anses, durante 2021 continuar con la fórmula 27.426 del 2017 habría arrojado aumentos del 6,8% en marzo; 7,4% en junio; 6,8% en septiembre y 6,8% en diciembre, para totalizar un 30,9%.
Con la fórmula propuesta, que implicaría retrotraer la movilidad a la ley 26.417, habría dos subas semestrales: una en marzo del 11,9% y otra del 18,2% en septiembre. De esta manera, las jubilaciones acumularían un alza del 32,2% durante el próximo año, según las proyecciones de recaudación que figuran en el Presupuesto. Es decir 1,3 puntos porcentuales más que con el esquema suspendido.
"El RIPTE en el segundo semestre de 2020 aumenta un 11,4% y un 15,3% en el primero de 2021. Los recursos tributarios acumulados en el segundo semestre de 2020 aumentarán un 26,4% respecto del acumulado del mismo semestre de 2019, y en el primer semestre de 2021 un 46,4% respecto de 2020", explicó la Anses para estimar los supuestos.
"Para el cálculo de la variación de los salarios, ya no se toma la comparación entre el Índice de Salario del INDEC y el RIPTE del MTEySS sino solo RIPTE. Este último resulta más transparente", puntualizó Anses sobre la diferencia entre la fórmula propuesta y la de 2008.
Los defensores de esta fórmula plantean que en los años de crecimiento de la economía, este se "comparte" con los jubilados, mientras que en los que hay crisis, caen en términos reales. Por el contrario, la movilidad por inflación sólo apunta a mantener constantes los haberes, que además quedan disociados de los ingresos previsionales.
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