Cuidar las instituciones

La mayoría de las instituciones de la ciudad padecieron crisis. Algunas más graves que otras.

Ahora, el rudo reciente enfrentamiento entre el Gobierno Municipal y el consejo de administración de la Cooperativa Eléctrica afortunadamente parece atravesar su cuenta regresiva.   

Bienvenido sea el consenso si favorece al bien común. Porque también es real que en el mundo de la política, muchos piden consenso, pero solo alrededor de sus ideas. Acordar tiene un principio más modesto: canalizar las diferencias a través de métodos democráticos de toma de decisiones, sabiendo que negociar siempre implica ceder a cambio de encontrar soluciones más estables en el tiempo. Y en este conflicto Municipio-CELP si algo urge es desplazar a las personas del centro del debate y empezar a acordar soluciones.

Afligida por una crisis integral, Pergamino necesita hoy más que nunca cuidar sus instituciones tradicionales, sus bienes, como el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas “Dr. Julio Maiztegui”, la Sociedad de Bomberos Voluntarios, la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires, al igual que la Cooperativa Eléctrica, entre otras. Es forzoso cuidar las instituciones de la patria chica, ponerlas en valor y fortalecerlas.

Como sucede con la Cooperativa Eléctrica, varias instituciones sufrieron una larga cadena de frustraciones y desencuentros, que abrieron heridas y causaron profundas divisiones en el cuerpo social. Cuanto se haga por consolidar las instituciones que son verdaderos símbolos de la unión ciudadana -y, desde luego, por evitar roces o equívocos que pudieren reavivar los enconos y las antinomias de un pasado por el cual pagamos los pergaminenses un alto precio- será de inestimable valor para impulsar la recuperación de una ciudad en sus distintas áreas y para integrar a todos los sectores, sin exclusiones.

Con las enormes dificultades que el país está atravesando y en momentos en que el orden público se encuentra fuertemente perturbado, lo que menos necesita la ciudad es seguir generando escenarios de conflictividad que afecten a sus instituciones o provoquen arteros focos de malestar.

Abriguemos la esperanza de que la dirigencia política local, despojada de intereses sectoriales o individuales, lo que tal vez hoy parezca casi un utopía, encuentre los caminos que aconseja la prudencia, la responsabilidad y la madurez para que la comunidad pergaminense supere estas nuevas crisis y empiece a recorrer renovados horizontes de crecimiento, estabilidad y bienestar.

*El autor es periodista, integrante de PRIMERA PLANA y de RADIO MAS (FM 106.7) 

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