¿Por qué existe la infidelidad? Esta es la pregunta que muchos hombres y mujeres hacían al profesor de psicología Gurit Birnbaum. A lo que este respondía: “Las personas son infieles por una variedad de razones, pueden estar satisfechas con sus relaciones, pero aun así pueden traicionar a sus parejas”. La pregunta es ¿existe alguna fórmula para evitar la infidelidad?
Para llegar a esta conclusión, un equipo de psicólogos de la Universidad Reichman, en Israel, y de la Universidad de Rochester, en el estado de Nueva York, estudiaron cómo afectaban a las relaciones de pareja los efectos beneficiosos de tomar perspectiva o ponerse en el lugar de nuestra pareja. Concluyeron que no solo reduce la tentación de hacer trampa, sino que inocula contra otras conductas que destruyen la pareja, según el estudio, publicado en el Journal of Sex Research.
Las personas son infieles por una variedad de razones, según el autor principal del estudio, Gurit Birnbaum, profesor de psicología en la Universidad de Reichman (IDC, Herzliya). Birnbaum señala que las personas pueden estar satisfechas con sus relaciones, pero aun así pueden traicionar a sus parejas.
“La gente a menudo engaña no porque planeó hacerlo”, argumenta Birnbaum. “Más bien, la oportunidad se presentó y la persona estaba demasiado agotada, demasiado cansada, demasiado borracha o demasiado distraída para luchar contra la tentación”, aclara.
El coautor Harry Reis, profesor de Psicología en la Universidad de Rochester, está de acuerdo en que hay múltiples razones para hacer trampa: los hombres son más propensos porque sienten que sus necesidades sexuales no están siendo satisfechas, dice. Las mujeres, por otro lado, son más propensas a engañar porque sienten que sus necesidades emocionales no están cubiertas.
“Tomar perspectiva no evita que se engañe, pero disminuye el deseo de hacerlo”, asegura Reis. En última instancia, dice, la infidelidad significa “priorizar los objetivos propios sobre el bien de la pareja y la relación, por lo que ver las cosas desde la perspectiva de la otra persona ofrece una visión más equilibrada de estas situaciones”.
La toma de perspectiva generalmente promueve la empatía, la comprensión, la cercanía y el cariño.
Según Birnbaum, los hallazgos pueden ayudar a las personas a comprender cómo resistir las tentaciones a corto plazo: “La consideración activa de cómo las parejas románticas pueden verse afectadas por estas situaciones sirve como una estrategia que alienta a las personas a controlar sus respuestas a las parejas alternativas y menospreciar su atractivo”.
En tres estudios, los 408 participantes totales (213 mujeres israelíes y 195 hombres israelíes, con edades comprendidas entre 20 y 47 años) fueron asignados al azar para adoptar la perspectiva de su pareja o no. Todos los participantes del estudio tenían que estar en una relación monógama, mixta (heterosexual) de al menos cuatro meses. Como parte de los experimentos, los participantes evaluaron, encontraron o pensaron en extraños atractivos, mientras que los psicólogos registraron sus expresiones de interés en estos extraños, así como su compromiso y deseo por sus parejas actuales.
Los investigadores concluyeron que adoptar la perspectiva de una pareja aumentaba el compromiso y el deseo de la pareja, al tiempo que disminuía el interés sexual y romántico en parejas alternativas.
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