Para casi todo el mundo, principalmente occidente, el uso cotidiano del barbijo es una novedad que comenzó en la pandemia del coronavirus para evitar la circulación del covid y nuevos contagios. Sin embargo, en Asia se volvió un accesorio más desde hace muchos años y allá es común utilizarlo por más que no haya una pandemia.
Japón, Corea del Sur, Corea del Norte y China impusieron el barbijo como una moda desde mucho tiempo antes que el surgimiento del covid-19, pero casualmente por otra pandemia relacionada con una gripe. Es tal la popularidad y su uso que se fabrican diseños de todo tipo y las marcas de lujo crean tapabocas muy difíciles de acceder económicamente.
El uso de barbijo en estos países no es sólo moda, sino que su origen tiene que ver con cuestiones de salud. La costumbre de taparse la boca con máscaras o pañuelos comenzó a principios del siglo XX en Japón, cuando en 1918 una pandemia de gripe mató a millones de personas. Uno de los consejos del Gobierno de entonces era taparse la cara para evitar contagiarse.
"El gobierno de Japón combinó una estrategia de vacunación, aislamiento y uso de máscaras quirúrgicas o tapabocas para detener esa pandemia, que finalmente ayudó a controlar la crisis. El asunto es que la gente lo asumió como parte de su folclore, señalando que las mascarillas además eran una barrera entre el aire puro y la polución", explicó Mitsutoshi Horii, profesor de Sociología de la Universidad de Shumei, en Japón, a la BBC sobre esta pandemia.
En 1923, estas mismas máscaras, convertidas como lo conocemos hoy en barbijos, sirvieron para protegerse de las cenizas tras grandes terremotos como el de 1923, pero no quedó ahí: se dieron cuenta que eran efectivas y siguieron usándose en invierno para combatir enfermedades como resfríos y gripe.
Otro motivo son las alergias al polen llamada en Japón como "kafunsho". Cuando se estornuda se lanzan gérmenes y la mejor manera de evitarlo es usando también el barbijo, sumado a que sirve para evitar que la contaminación ambiental perjudica las vías respiratorias.
El objetivo de usar barbijo en estos países asiáticos es evitar contagiar a otro ciudadano y propagar enfermedades. Por ello, esta actitud se transformó en un hábito de cortesía, solidaridad y educación, ya que quienes tengan una gripe evitan transmitir los gérmenes al funcionar como una barrera de protección.
El barbijo se usa en todos lados: los niños en la escuela, en el trabajo, en la calle e incluso dentro de la casa. Lo que para occidente es un hábito extraño, para los asiáticos es tan normal que hasta se sienten incómodos si ven a alguien en la calle con la boca al descubierto.
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