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En la UCR bonaerense hacen catarsis y hablan de “soberbia, incapacidad y falta de política”

El partido centenario se reunió a puertas cerradas en La Plata y selló un pacto de supervivencia hasta octubre. Hay caras largas, celulares apagados e incertidumbre.

“Aprovecho ahora que me llamas para hacer catarsis, porque sigo sin entender el sopapón que recibimos el domingo”, abrió la charla un histórico dirigente boina blanca, quien se encarga de repetir varias veces que todo lo que dirá lo hará bajo la seguridad del anonimato.

Por estas horas, la UCR bonaerense, que preside el vicegobernador y aspirante a la reelección Daniel Salvador, es un completo hervidero: hay celulares apagados, estupor y reproches que, aunque ya se escuchaban desde hace tiempo en los despachos de los correligionarios, ahora emergen con una virulencia inusitada.

“Hubo un autismo absoluto del PRO, son excelentes funcionarios pero no ven más allá del escritorio y en realidad se administra con lo técnico y se gobierna con lo político. Son incapaces de entender el diálogo”, se descargó otro de los funcionarios con los que habló Diputados Bonaerenses.

Recién este jueves, cuatro días después de la abrumadora derrota en las PASO, los integrantes del partido centenario se reunieron a puertas cerradas en La Plata. En la sede de calle 14 se abrió formalmente la temporada de catarsis y se selló, en muchos casos a regañadientes, un pacto de supervivencia hasta octubre.

El mensaje es “agachar la cabeza” y militar hasta las generales, en cuanto pase el shock, y después se verá. “La mayoría tiene la visión de seguir empujando y discutir la responsabilidad después de octubre”, aclaró uno de los boinas blancas que se asomó por la sede platense.

Sin embargo, el acuerdo de conservación no atenúa las críticas de los más enojados que hasta hablan de pedir cabezas después de la batalla final. “Hemos sido muy funcionales y sumisos ante la ortodoxia, en muchos casos el partido no defendió a sus militantes”, completó un encumbrado funcionario de la UCR.

Los sectores más críticos mira con recelo el rol que jugó Salvador, cuestionan el ninguneo en la estructura de poder de la provincia, y la disparidad en el armado de listas. “Hemos sido muy condescendientes con el kirchnerismo amarillo, a veces nos pasamos de conciliadores”, espetó una de las fuentes consultadas.

Pero las diatribas más picantes se dirigen a los PRO de paladar negro, a quienes responsabilizan por la derrota del domingo pasado. “Es la política estúpido”, graficó un correligionario, reciclando la frase del ex presidente estadounidense Bill Clintondurante la campaña presidencial de 1992.

“Nunca caminaron la calle y les fue muy fácil llegar”, completó otro dirigente que contrasta el cuadro con sus casi treinta años de militancia. Uno hasta se anima ponerle nombre y apellido y menciona un conclave que tuvo lugar en uno de los quinchos del San Luis de La Plata.

“Yo quiero verle la cara a (Federico) Suárez, que ese día dijo que este era el equipo que nunca perdió una elección”, desafió uno de los comensales boina blanca que tuvo ese encuentro sobre el rol del Ministro de Asuntos Públicos de la provincia de Buenos Aires.

En cuanto a los motivos de la derrota, hay consenso en que hubo una campaña equivocada y la heladera jugó un rol central. “Estoy enojado porque no se dijo la verdad de cómo se recibió el país, porque se polarizó con Cristina y no se pensó en la gente”, objetó un legislador bonaerense.

En este sentido, el “abandono” de la clase media ocupa los primeros casilleros de la lista de elementos que configuraron la tormenta perfecta que recayó sobre Cambiemos. “Hoy tenemos seis millones de argentinos que mantienen a 16 millones y no se los tiró un centro”, ejemplificó uno de los funcionarios a Diputados Bonaerenses.

“Con más de un año en recesión nadie puede ganar una elección, hubo una inflación por las nubes, tarifazos y aumentos en la nafta”, completó otro. En cuanto al futuro después de diciembre, el escenario parece ser incierto, aunque se hablan de cambios inevitables.

“Hay muchos dirigentes que van a apostar a la política nuevamente, si seguimos la relación va a ser distinta, aun ganando en octubre”, aseguró uno de los consultados y cerró: “Ahora hay que volver a generar expectativa y ponerse nuevamente en el centro del ring”. 

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