Hace menos de un mes, el 20 de junio, la Municipalidad comenzó a realizar obras de cordón cuneta en el Barrio 12 de Octubre. Específicamente, en la anteúltima calle del sector, entre Bartolomé Mitre y Belgrano.
Cuando anunciaron los trabajos, los vecinos estaban muy contentos porque la obra traería mejoras a la zona, que además está siendo cada vez más poblada.
Sin embargo, no solo los trabajos continúan incompletos, sino que el constante pasó de las máquinas por los caminos de tierra dejaron profundas huellas que destrozaron las calles.
Se hizo la zanja que corresponde, se rellenó para hacer el cordón cuneta y se quitaron los fierros que se habían colocado. Pero quedó, entre la vereda y el cordón, un surco enorme ambos lados de la calle.
“Los nenes se metían a jugar y era tan profunda que los tapaba hasta los hombros. Era imposible entrar lo vehículos a los domicilios”, aseguró Rocío, una vecina del barrio a PRIMERA PLANA.
En consecuencia, su marido estuvo durmiendo en su vehículo durante más de una semana porque el sector es muy inseguro y a pesar de las denuncias, los delitos continúan.
“Esta zona es tierra de nadie. Yo llame a la Policía la primera vez que nos robaron, pero paso muchas veces más y nadie hace nada. Ni de casualidad pasa un patrullero”, se quejó.
Después de constantes reclamos, los responsables de la obra del cordón cuneta “vinieron solo una vez a tapar un poco las zanjas”, para que los vehículos puedan circular, pero “no aparecieron nunca más”, sostuvo la mujer.
Debido a la tormenta del miércoles, empeoró el estado de los caminos y dificultó aún más la circulación ya complicada entre la tierra y los pozos.
“Nuestra chata quedó encajada en la mitad de la calle. No se puede pasar ni caminando”, manifestó Rocío, quien agregó que cuando su vecina se fue a trabajar, “salió caminando, con la bicicleta al lado y con bolsas en los pies por tres cuadras del barro que había”.
Al llamar al 147 para hacer el correspondiente reclamo, la mujer explicó que le respondieron que “la obra la está haciendo una empresa privada”, por ende desde la Municipalidad no se responsabilizan de los inconvenientes que pueda ocasionar el mal estado en el que quedaron las calles.
Desde la central telefónica del Municipio, igualmente, le dijeron que “si la chata se queda ahí y no puede salir, mañana a las 7:00 de la mañana (más de 12 horas después de que se realizó el reclamo), mandarían un tractor para que la saque”.
El tractor llegó al Barrio 12 de Octubre recién a las 9:30 hs. del día siguiente y tuvo que ir una grúa, pagada por sus dueños, para retirarla del barro y trasladarla a un taller mecánico, debido a que el motor del vehículo quedó averiado y sus dueños no pudieron volver a arrancarlo.
“De la Municipalidad la única respuesta que tuve es que tengo que esperar que la obra termine. Yo entiendo que no se puede hacer todo de un día para el otro, pero no puede ser que, en un mes, vayan solo a trabajar tres días”, reclamó Rocío. Y exigió que “nos tienen que dar una solución porque no podemos seguir así”.
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