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La acusación del intendente: “Son cosas del periodismo, pero no de la Justicia”

Javier Martínez eligió cargar contra la prensa por los recientes informes periodísticos que lo incomodan, pero que fueron elaborados con información pública. Lo hizo en el último debate antes de las elecciones del próximo domingo.

Cada candidato tenía sus tres minutos finales en el #PergaminoDebate de Radio Mon, que se desarrolló ayer. Ya había hecho uso de la palabra el exintendente y diputado nacional, Héctor “Cachi” Gutiérrez y llegaba el turno del actual jefe comunal, Javier Martínez. No la había pasado bien. No era tan difícil advertirlo. Su cara, sus gestos y sus inseguridades lo dejaron expuesto. Y como si fuese poco, fue el más abucheado.

Fue duramente cuestionado por Gutiérrez con datos concretos y María Eugenia Ball Lima no solo le desmintió sus cifras del índice delictivo sino que le marcó la cancha varias veces.

La sensación de la gran mayoría que asistió al debate -por no afirmar la de todos- era que el primero que esperaba que termine ese debate cuanto antes era Javier Martínez. Claro que cuando alguien transita un camino incómodo y dubitativo muy probablemente tenga algún traspié final para completar tantos pasos en falso. Y Martínez lo tuvo. "Tenemos una cosa en común nuestro grupo de trabajo, que son nuestros valores; nos une siempre hablarnos con la verdad, sin mentir, como nos mintieron en el 2003 y 2009 con la Autopista o como nos mintieron en el 2007 con la represa; con total respeto hacia el otro y con honestidad en el manejo de los fondos públicosEn cuatro años no hemos tenido una sola denuncia no solo de los secretarios o de los directores, ni sobre ningún empleado municipal que haya tenido un hecho de corrupción. Lo que pasa en estos últimos 10 días son cosas del periodismo, pero no de la Justicia".

Textual del intendente municipal: "son cosas del periodismo, pero no de la Justicia". No solo se miraron entre sí el resto de los candidatos sino que el público soltó naturalmente ese esperado susurro. Era real: eso había dicho Martínez. Y además lo había reservado para el final.

Por supuesto que cuando le tocó a María Eugenia Ball Lima, rápidamente aseguró: "En primer lugar me solidarizó con los periodistas por los dichos recientes de Javier Martínez". Y en el mismo sentido se pronunció Darío Tessone, candidato del Frente de Izquierda y de los Trabajadores: "Intendente, atacar a un medio de comunicación sobre un informe periodístico basado en datos públicos no es ningún orgullo pergaminense". 

Javier Martínez tomó la decisión de hablar de corrupción por cuenta propia. El periodismo no hizo referencia hasta el momento sobre casos de corrupción en la administración municipal, aunque cabe recordar que en febrero de 2017 un inspector de tránsito a su cargo fue denunciado por el delito de cohecho.

El intendente probablemente -porque fue nítido en muy pocos pasajes del debate- hace referencia a los informes publicados por PRIMERA PLANA, que no son más que notas periodísticas elaboradas con información pública, al alcance de la mano de cualquier persona, como sucede en la principal de la edición de hoy. No hay secretos. La información utilizada en los informes puede encontrarse en la página oficial de la Municipalidad, como inclusive reconoció uno de los empresarios (Guillermo Omar Calgaterra) que ganó distintas licitaciones.

VER NOTA RELACIONADA: La palabra de Guillermo Calgaterra: "no quiero que la gente piense que soy el Lázaro Báez de Pergamino"

Hasta ahora ningún medio de comunicación de la ciudad habló de corrupción. Javier Martínez tuvo una nefasta intencionalidad de responsabilizar al periodismo sobre sus cuestiones, al menos, confusas. No son "cosas del periodismo", como denunció públicamente ayer en el debate.

Hay cosas que sí son de la Justicia. Por ejemplo, en la  Causa Nro. FRO 70087/2018, caratulada “S/INFRACCION al Art. Nº 55 de la Ley Nº 24051 y 200 del Código Penal”, el titular del Juzgado Federal de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional Nº 2 de San Nicolás, Carlos Villafuerte Ruzzo está evaluando si Martínez incurrió en el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público. Y para empezar ya citó a indagatoria a los dos principales funcionarios de la Dirección de Ambiente Rural de la Municipalidad. No son "cosas del periodismo", son cosas de la Justicia. Y de la Justicia Federal. No hay secretos. Y mucho menos inventos.

Lo que sí se debe poner bajo la lupa es el valor ético del intendente municipal. Su presidente de bloque de concejales, Matías Villeta percibe dos sueldos del Estado. ¿Es ético?

Su secretario de seguridad. Karim Dib, es abogado de un empresario que ya cobró más de 14 millones de pesos por la compra de contenedores, en la causa Nº 46.152, que tramita en el Tribunal Laboral del Departamento Judicial Pergamino. Pero además fue defensor de tres imputados por el delito de Portación Ilegal de Armas de Guerra en un hecho que tuvo lugar el pasado 24 de enero pasado, en la Plaza Merced, a cargo de la Fiscalía N° 5 del Departamento Judicial Pergamino. ¿Es ético?

También en su rol de abogado, el propio Javier Martínez patrocinó a Guillermo Omar Calgaterra, a quien le pagó 60 millones de pesos por distintas obras, en la causa Nº 45.352 del Juzgado Civil y Comercial Nº 3 del Departamento Judicial Pergamino. ¿Es ético?

El Director de Inspección General y Tránsito, Leonardo Riera, contrató a su suegra por un monto de 60 mil pesos. Miriam Guerrini, fue la encargada de realizar las camisas para el personal de tránsito. ¿Es ético?

"Tenemos una cosa en común nuestro grupo de trabajo, que son nuestros valores", dijo el intendente municipal. En este caso, Martínez no fue del todo veraz o se le cayó del bolsillo el valor ético.

La ética es, precisamente, esa palabra que muchos políticos hicieron desaparecer del diccionario cotidiano. Para ser más gráfico y agregar una dosis de periodismo, que sería una efectiva medicina para estos casos, el intendente Martínez apostó a culpar a la prensa sobre sus repetidos casos de adjudicación de la obra pública, pero no hizo más que reflejar aquella historia del burro apurado, que estando en el fondo del pozo y en su necesidad desesperada de poder salir, concentraba todas sus fuerzas en sus patas traseras para ascender, pero lo único que lograba era estar cada vez más tapado.

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