La felicidad se desparrama por todo el país y Pergamino no es la excepción. La gente, en gran número, se volcó a las calles para confluir en la esquina de Avenida de Mayo y Peatonal, el tradicional lugar de encuentro para los festejos.
En un día laborable, igual las calles se pintaron de celeste y blanco, exteriorizando la alegría de la victoria que depositó a la Selección Argentina en la final del Mundial de Qatar.
Apenas el árbitro italiano pitó la final del partido, miles de pergaminenses comenzaron a dirigirse al centro de la ciudad para celebrar un nuevo triunfo del equipo de Lionel Scaloni. “Esto es increíble. Mi hijo por primera vez va a ver una final del mundo”, expresó Alejandro, entre lágrimas.
Alegría, llantos y mucho desahogo fue el común denominador de todas las personas que salieron a celebrar. Familias enteras, amigos abrazados, grupos de chicos y hasta mamás con bebés se dieron cita para celebrar la alegría del triunfo argentino, en una caravana que llegó, copando la Avenida, una vez más, hasta el Cruce de Caminos.
“Vení, vení, bailá conmigo, que un amigo vas a encontrar, que de la mano de Leo Messi la vuelta vamos a dar”, se escuchó desde distintos sectores, bañados por la espuma que tapaba a gran parte de los presentes.
Autos con banderas y motos adornadas de celeste y blanco hicieron lo suyo con las bocinas en distintos sectores de la ciudad, a la vez que otros vecinos y vecinas salían a las puertas de sus casas para unirse a la celebración. Pergamino fue una fiesta al ritmo de la selección, con la ilusión más viva que nunca que el próximo domingo consiga la tercera copa del Mundo.
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