La Educación y las consecuencias de la pandemia

El derecho a la Educación es un derecho humano fundamental que tiene como finalidad  atender la primera Infancia a través de la obligatoriedad del Nivel Inicial, estableciendo  una Educación Primaria para todos los niños y niñas, desarrollando una Educación  Secundaria accesible, para progresivamente permitir el acceso a la Educación Superior y Universitario a todos los jóvenes. Es un derecho Consagrado en la Constitución Nacional y sin dudas la Escuela es el terreno ideal para la puesta en práctica de este terreno.

La actual pandemia COVID-19 plantea retos importantes para el Sistema Educativo y Social, que deberán abordarse de manera articulada, deja  lecciones valiosas acerca de lo que es realmente prioritario para la vida en comunidad. Estas lecciones nos brindan la posibilidad de replantearnos el propósito de la Educación y su papel en el sostenimiento de la vida y la dignidad humana, para que nadie se quede atrás. Al tiempo que los países examinan la mejor manera de sostener la reapertura de las Instituciones de enseñanza, en condiciones de seguridad, esta crisis ofrece una oportunidad sin precedente para aumentar la capacidad de recuperación de los sistemas educativos y transformarlos en sistemas educativos equitativos e inclusivos.

El concepto de Equidad e Inclusión: La educación tiene una función decisiva en la erradicación de la desigualdad, y en la promoción de un sistema justo, sostenible e inclusivo, es la herramienta fundamental para promover la movilidad social tanto a nivel individual como colectivo y multiplicar la oportunidades de desarrollo de forma equitativa, se plantea como respuesta ante las situaciones de desigualdad social y de exclusión para atender a la diversidad de todos los alumnos y alumnas, se refiere a direccionar la centralidad de las acciones en los grupos de población más vulnerables y marginados para incluirlos.

Una situación particular que debe atenderse es el riesgo de desvinculación educativa y abandono escolar de los grupos más vulnerables a los efectos de la pandemia y la consecuente crisis sanitaria social y económica. Para evitar la interrupción definitiva de las trayectorias escolares se deben implementar medidas en el corto y mediano plazo, es necesario generar mecanismos que aseguren que no exista un perjuicio pedagógico ni en la promoción en el caso de estudiantes que no han logrado una continuidad curricular flexible junto con estrategias de apoyo para la recuperación y aceleración de los aprendizajes. Estas medidas pedagógicas deberán complementarse con otras, referidas a apoyo socio emocional de los/las estudiantes y sus familias, y la articulación con otras políticas de protección y garantía de los derechos de la infancia y de protección social para familias en situación de vulnerabilidad.

Poner el aprendizaje emocional en el centro de la propuesta educativa brinda la oportunidad para la transformación y el desarrollo de un currículo más integral humanista que incorpore dimensiones fundamentales del objetivo de Desarrollo Sostenible, de garantizar una educación inclusiva de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanentes para todos, vinculados a la Ciudadanía, la salud, la sostenibilidad, la igualdad de género, los derechos humanos, cuidado del medio ambiente, el auto cuidado y el desarrollo del bienestar socio emocional en el contexto de crisis, entre otros aspectos, con comunidades centradas en el bienestar y el aprendizaje de los estudiantes. El aprendizaje socio emocional no debe entenderse solo como apoyo individual y contingentes, sino como un proceso de aprendizaje permanente, tanto en periodos de confinamiento y educación  a distancia como presencial, entendiéndolo como una dimensión central del proceso educativo que debe ser desarrollado transversalmente en todas las actividades escolares. Un ejemplo de actividad de auto cuidado es la implementación de guías de auto cuidado. En situación de emergencia, las escuelas son un lugar fundamental para el apoyo emocional, el monitoreo de riesgos, la continuidad de los aprendizajes, y el apoyo social y material para los/las estudiantes y sus familia. Las respuestas deben responder a la diversidad de situación de cada familia y su comunidad.

Para el diseño e implementación de las respuestas educativas a la crisis, no existe una única receta, la pandemia está afectando de diferente manera y con distinta intensidad a cada zona/región de cada provincia y ciudad, y ante la forma que evoluciona la crisis, se requieren respuestas rápidas, innovadoras y adecuadas a las necesidades  locales, si bien es fundamental contar con referencias  de otros países y consultar al personal docente y aspectos del sector académico y de otros sectores con el fin de ampliar el trabajo interdisciplinario, es de importancia el rol y función de las instituciones referentes del territorio : clubes, entidades religiosas, grupos de voluntarios, partidos políticos que conocen las diferencias sociales en cada territorio, planteando  agendas conjuntas  concretas, priorizando la comunicación de la situación, la aclaración de medidas y normas que los entes gubernamentales van dictando, acercando los medios disponibles en el territorio  para  asistir a los/las niños/as, y sus familias, para sostenerlos y favorecer un acceso igualitario a las oportunidades de aprendizaje y el cuidado de su salud, uno de los aspectos que merecen ser atendidos por estos espacios inter-sectoriales  es colaborar con las familias  para sortear la brecha tecnológica  y cultural que se visualiza en el  actual contexto, ya que condiciona forzosamente  el aprendizaje de los/las estudiantes de todos los niveles educativos.

*Exinspectora del Nivel Inicial, jefe de Region del Nivel VII y jefe Distrital

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