Hace años que Venezuela atraviesa una intensa crisis que obligó a millones de personas a irse del país. Muchos eligieron a la Argentina como uno de los destinos para continuar con su vida. Jhomberth Camacaro tiene 19 años y es uno de los tantos venezolanos que tuvo que exiliarse para soñar con un futuro mejor. Pero durante la tarde del viernes todo volvió a torcerse.
Jhomberth alquilaba una de las habitaciones del Las Naciones, el hotel que se incendió esta tarde y que dejó como consecuencia dos mujeres muertas y más de 50 heridos, tres de ellos de gravedad. El joven venezolano pudo escapar sin lesiones, pero varias de sus pertenencias se consumieron con el fuego. Ahora no tiene ni dinero, ni ropa, ni pasaporte. De hecho tuvo que cancelar una entrevista de trabajo. No sabe cómo volver a empezar.
El hotel está lleno de venezolanos que llegaron hace poco al país. En el piso 15, Jhomberth descansaba en su cama cuando escuchó un ruido. Luego, de golpe, decenas de gritos que lo asustaron. “Salimos con lo puesto y ya había mucho humo en los pasillos. No sonó la alarma ni nadie nos avisó del incendio. Comenzamos a bajar por las escaleras y cuando nos acercamos al quinto, el piso quemaba”, reconoció el joven que relató su historia.
Los minutos fueron pasando y, de a poco, varios venezolanos se juntaron en una de las esquinas del centro porteño, sin poder creer lo que acababa de ocurrir. Ahí, en ese instante, comprendieron que ya no tenían nada: sus cosas habían quedado en el hotel. “Nadie nos dice cuándo podremos volver a entrar”, agregó Camacaro, que necesita regresar a su habitación para ver con qué se encuentra.
En un diálogo con el mismo medio, Elizabeth, una venezolana de 33 años, contó: “Tenemos todo ahí, no podemos sacar nada, ni siquiera sabemos en qué condiciones están las cosas. Vi mucha gente quemada”.
El incendio del hotel
El quinto piso de un edificio de 30, en la avenida Corrientes al 800, comenzó a prenderse fuego el viernes por la tarde. El humo invadió el centro porteño y las personas atrapadas pidieron auxilio desde las ventanas. Cuatro rescatados tienen pronóstico reservado por la gravedad de las quemaduras y dos mujeres murieron.
Al menos otras 51 -entre ellos 8 menores- fueron trasladados al Argerich, Fernández, Rivadavia, Penna y Ramos Mejía. Algunos por las heridas, pero la gran mayoría por inhalación de humo.
Varias ambulancias del SAME trabajaron en el lugar para asistir a las personas que pudieron salir por sus propios medios mientras que la Policía de la Ciudad cortó el tránsito para que los bomberos apagaran el incendio y los rescatistas alcanzaran a los atrapados.
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