A principios de 2020, la Municipalidad de Pergamino comenzó a implementar un sistema de estacionamiento medido y pago, a través de una aplicación para teléfonos celulares inteligentes y le puso punto a las tradicionales boletas utilizadas durante más de 30 años.
La puesta en funcionamiento del servicio no estuvo exenta de críticas y cuestionamientos, pero con el transcurso del tiempo se terminó imponiendo, aunque persistieron las quejas por el costo del servicio y el área de aplicación, mucho más extensa que la original.
A pesar de las críticas, el Concejo Deliberante aprobó en 2019 la Ordenanza Nº 8123 que extendía aún más el ámbito de aplicación del sistema “Simple”, extendiéndola a la totalidad de las cuadras incluidas entre avenidas Colón, Alsina y Rocha, además de la calle Castelli, a la que se sumaba un tramo de Juan B. Justo y otro de la Avenida Ernesto IIlia.
La ordenanza no llegó a implementarse y a la fecha, pese a estar vigente, no tiene aplicación práctica. En ese sentido, el Concejo Deliberante había elaborado un despacho de mayoría, en la Comisión de Tránsito y Transporte, que proponía la suspensión de la normativa en el marco de la pandemia por coronavirus, considerando el impacto que ocasionaría en el contexto de una economía deteriorada. Ese proyecto, que fue rechazado enfáticamente por el bloque oficialista, a punto tal que María Victoria Martínez White trató de “irrespetuosos” a sus pares de esa comisión por emitir un despacho sin consultar al Ejecutivo.
Sin embargo, sorpresivamente, el todavía titular del área de Tránsito, Leonardo Riera, presentó el 18 del corriente un proyecto de ordenanza para directamente eliminar el estacionamiento medido y pago en el mismo sector del macrocentro, alegando que en esos sectores “no existe problemas de disponibilidad de espacios para estacionar”.
La propuesta presentada por Riera es de un tenor similar al anterior despacho de mayoría, lo que lleva a preguntar ¿Por qué el Ejecutivo ordena rechazar de manera tan enfática una ordenanza y poco tiempo después el mismo Gobierno presenta un proyecto de contenido casi idéntico al refutado? ¿Por qué para el Ejecutivo lo que decía el despacho anterior es incorrecto e incluso “irrespetuoso” y cuando lo dice un funcionario dependiente del mismo Ejecutivo es correcto? ¿Hay una doble vara para medir la calidad de las propuestas? ¿Se trata de un capricho? ¿Por qué se pierde tiempo en debates, comunicados y reuniones de comisión cuando de haber aprobado el despacho inicial el Municipio hubiera contado con una herramienta para eliminar el estacionamiento medido en ese sector del macrocentro? ¿Es Leonardo Riera un “irrespetuoso” al pedir lo mismo que pedían los concejales? ¿Acaso el objetivo principal no es el mismo?
Varias preguntas que deberían ser respondidas por los funcionarios responsables para evitar pensar lo obvio, que el estacionamiento medido tiene una implementación antojadiza y que no se sabe del todo bien cómo organizarlo.
Mientras tanto, en la sesión de ayer, el proyecto del Municipio, que lleva la firma de Leonardo Riera, pasó a la Comisión de Tránsito y Transporte, que debe analizar lo mismo que pidió hace algunas semanas. Pero ahora solicitado por el Ejecutivo, que lo había rechazado. En fin, lo cierto es que en poco tiempo la ampliación del estacionamiento medido en el macrocentro de la ciudad será oficialmente descartado.
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