"Acabo de salir de Maristas y después tengo que ir a Rancagua porque a esa escuela va mi nieta y me pidieron que vaya, por suerte los chicos de hoy lo están incorporando de otra manera", con la paciencia de quien ejerce la docencia con vocación, aún sin título, Luis Parra habla de Malvinas cada vez que se lo piden, con detalles, con orgullo y con un "gracias" permanente en la boca a quienes ponen el oído, como si el que tuviese que agradecer fuera él.
Al comienzo de la entrevista en Radio MÁS, Parra recordó el momento en el que se enteró que formaría parte del Ejército Argentino a la edad de 19 años: “Me llegó la carta en aquel entonces para cumplir con el servicio militar obligatorio y no me olvido porque fue un 3 de junio, justo el día de mi cumpleaños”.
Una vez enlistado, partió junto a un grupo de jóvenes que, al igual que él, no esperaba formar parte del conflicto bélico más importante de la historia argentina: “yo pertenecía a la última dotación del crucero ARA Gral. Belgrano, zarpamos un 16 de abril desde el puerto. Durante la navegación, nos habían dado la información de que buques ingleses se acercaban a Malvinas y teníamos que estar preparados para combatir, pero nunca pensamos que íbamos a estar en combate” repasó en su diálogo con el programa Pan y Circo por la FM 106.8
El 2 de mayo de 1982 se produjo el hundimiento del ARA General Belgrano bajo el fuego del HMS Conqueror. Tres torpedos MK-8 fueron lanzados por desde una distancia de 5 km aproximadamente, provocando la destrucción del buque argentino.
“Yo estaba en la segunda cubierta, pertenecía a la división Control de Averías. No tenía mi salvavidas en ese momento y cuando comenzó el ataque, se quedó todo el buque sin luz y nos empezó a invadir el fuego y el petróleo. Al primer impacto, había quedado muerto el buque. El peor momento fue salir mientras se hundía. Era un infierno tratar de salir ahí y tratar de llegar a cubierta, estaba todo oscuro”, recordó el ex combatiente.
Luego de eso, Parra junto a 16 soldados más naufragaron en una pequeña balsa averiada, esperando su rescate: “yo tenía la balsa número 36 y cuando me dirijo, no estaba más. Quedaba una sola y logramos tirar esa, éramos el último grupo que terminó de salir en el buque. Estuvimos 36 horas a la deriva, aproximadamente”.
Por último, compartió sus sensaciones al regresar al país y emprender una lucha por el reconocimiento al lado de sus compañeros: “tuvimos 10 años de abandono. No hubo una contención de salud para los soldados que volvimos, quedamos a la deriva" y en cuanto a la situación actual, afirmó: "No vemos un gobierno patriota que lleve adelante nuestro reclamo soberano. Cada vez se ven más negocios con los que fueron nuestros enemigos. Se olvidan de la sangre derramada”, exclamó.
En cuanto a la importancia de este día, así como los demás recuerdos del conflicto, Parra aclaró: “los que tuvimos la suerte de volver, desayunamos, almorzamos y dormimos con Malvinas. Es una causa muy profunda. Se acercan estas fechas y hay muchos sentimientos encontramos. Vuelven a la memoria de todos los compañeros que no tuvieron la suerte de regresar y rehacer su vida”.
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