No hace falta un Gobierno perfecto, se necesita uno que sea práctico

En apenas 12 palabras, y hace mas de dos mil años, Aristoteles le dejaba un gran consejo al actual Intendente de Pergamino, Javier Arturo Martinez.

 

La perfección de los spots publicitarios, de los colores elegidos para una pantalla led, chocan de frente con lo realizado para mejorar el servicio de provisión de agua de calidad a los pergaminenses, tanto de la ciudad como de los pueblos y parajes.

Y así fueron, desde "el problema no existe", "la falsedad de la noticia", "el agua no tiene problemas", hasta llegar a un "comunicado importante". De los informes del Conicet y el INTA, a las fojas de un expediente penal, y a un decreto tardío, incompleto y generador de nuevos conflictos. En el medio, una interpretación de dos hojas de la Autoridad del Agua, algo así como pedirle a papá que nos recomiende con algún amigo suyo para trabajar. Mientras tanto, la sociedad toda a la espera de la incuestionable conclusión de la Corte Suprema de la Nación.

Lo que nos va dejando el intendente Javier Martínez a medida que transcurre su mandato, es la prueba que el tiempo, la humedad y la lluvia, van haciendo efecto en el maquillaje. Agua mediante, uno puede ver la verdadera cara, la del doble discurso, la cara de la realidad que es imposible de ocultar hasta con un millón de mentiras. Y la peor cara de todas, la de la ignorancia o la soberbia, o ambas en una.

En una pieza fílmica que quedara en los registros de muchos pergaminenses, ante una pregunta simple del entrevistador de un canal de noticias, el intendente Javier Martínez dice como al pasar "puede ser una ordenanza del Concejo", como si hablara de un eclipse de luna, o de su canción preferida que en ese momento no recuerda la letra.

Esa Ordenanza del Concejo, cuyo texto como proyecto presenté en noviembre de 2018, obligaba al perfecto, pero no práctico de Martínez a realizar análisis, y a la fecha, sigue ese texto, esa Ley municipal, durmiendo el sueño de los justos, mientras que consumimos agua de dudosa calidad.

Allí radica el problema, el de la comunidad de Pergamino que no sabe que consume, y el de esa misma comunidad cuya máxima autoridad política, cumple con las ordenanzas según gusto, conveniencia, o vaya a saber qué.

Discutamos, trabajemos, reconozcamos que el problema no empezó ayer, ni hace un año, o tres, pero que continuará o se agravará a medida que no seamos prácticos, atrevidos, innovadores, en la búsqueda inmediata de soluciones. Y sobre todo EXIJAMOS el cumplimiento de la ley, de la ordenanza 8982/18 en este caso puntual, basados y volviendo a Aristoteles, en que "En su mejor momento el hombre es el más noble de todos los animales, separado de la ley y la justicia es el peor".

Opinión

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