La guerra contra el narcotráfico a nivel mundial parece estar largamente perdida hace años.
Sin embargo, los países de todo el mundo no pierden la esperanza e invierten cifras siderales para intentar combatir el flagelo de la droga, que gana terreno sin freno en distintas partes. Y más allá de que los narcos suelen ingeniárselas para pasar desapercibidos, en nuestra ciudad también ocurren hechos que dejan al desnudo situaciones que sólo pueden verse en las mejores películas de ficción. Porque resultan increíbles.
Durante las últimas horas fue detenido un sujeto que tenía arresto domiciliario por resultar imputado de otros delitos y lo cumplía en una vivienda usurpada que pertenece a la Municipalidad de Pergamino.
Pero el asunto no culmina ahí. Porque la casa está ubicada sobre Avenida Alsina casi esquina Alberti, a muy pocos metros de la sede de la Estación de Policía, donde además tiene su despacho el comisario mayor Mario Demaestri.
A pesar de que el delincuente estaba monitoreado por el Servicio Penitenciario Bonaerense, gozó con la suficiente libertad para, durante varios meses, comercializar droga y atender a cientos de clientes que pasaban por su casa.
Ayer la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas, en conjunto con Estación de Policía y la Comisaria Pergamino, por pedido del fiscal Francisco Furnari, realizó un allanamiento por comercialización de estupefacientes, con exitoso resultado. Se detuvo otra vez al vendedor de droga y se secuestró cocaína fraccionada lista para entregar, marihuana, armas, teléfonos y una suma importante de dinero en efectivo, entre otros elementos de interés y relevancia para la investigación.
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