La vulnerabilidad de los adultos mayores los convierte en objetivos fáciles para los delincuentes, que actúan sin compasión en cualquier punto de la ciudad.
En las últimas horas, una jubilada de 74 años de edad fue víctima de la inseguridad en su vivienda de Avenida Pellegrini al 3000.
La mujer se retiró el martes a la mañana de su domicilio a realizar diligencias y cuando regresó se encontró con la casa revuelta y sin muchas de sus pertenencias.
El o los delincuentes se apoderaron de un televisor, un horno microondas y una importante suma de dinero en efectivo que guardaba en la vivienda, pero no trascendió.
No conforme con lo que se llevaron, también le sustrajeron un perro maltes, color blanco, de muy poco tiempo de vida, que acompañaba a la jubilada en su rutina diaria y era de gran compañía.
Por otro lado, el viernes, alrededor de las 15:30 hs., una anciana de 85 años recibió un llamado telefónico de un individuo, que se hizo pasar por su sobrino, manifestándole que se encontraba con el hijo de la víctima, en el Banco de la Nación Argentina y una persona de esa entidad financiera se dirigía a su domicilio a buscar el dinero que guardaba en la casa.
Minutos después, efectivamente, un hombre se hizo presente en el domicilio de Avenida Vélez Sársfield al 600 y la abuela le permitió el ingreso y le indicó el lugar específico donde almacenaba unos 3 mil dólares, 400 euros y una pulsera, un collar con un crucifijo y un anillo con un diamante, todo de oro.
Una vez que el ladrón se hizo del dinero y las joyas se retiró en un auto color blanco, según pudo denunciar la anciana.
Imagen de portada ilustrativa
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