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Obtuvieron el único título oficial de AFA que posee Douglas Haig y en 25 años el club nunca los homenajeó

Los integrantes de la Tercera Especial rojinegra campeona de la temporada 94/95 decidieron organizar por cuenta propia un emotivo reencuentro para celebrar una conquista histórica para el fútbol de Pergamino, volver a verse las caras y festejar esa gesta que dejó una huella imborrable

El clima fue único. Completamente festivo. Inolvidable como ese histórico campeonato obtenido en el certamen 1994/1995 de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), representando a Douglas Haig, pero principalmente al fútbol de Pergamino.  

Las bromas porque uno está más canoso, el otro más pelado o alguno tiene unos kilos de más, fueron moneda corriente ante la aparición de cada uno de los protagonistas del plantel de la Tercera Especial de Douglas Haig, que conformó y condujo Daniel García.

Pudo haber sido la reunión de una camada de egresados que vuelve a verse las caras para celebrar un nuevo aniversario del fin de la cursada. Pero fue mucho más que eso. Fue una fuerte sensación que fusionó a la razón con el corazón. Fue el reencuentro de un grupo que marcó un hecho histórico para el fútbol de nuestra ciudad. Los campeones de la Tercera Especial volvieron a estar juntos, tratando de esforzarse por cuestiones de protocolo, aunque por momentos los abrazos fueron inevitables.      

La iniciativa se dio por intermedio de un apreciado de ese grupo, Martín Raimundo, un joven muy ligado al club, que continua cercano a la institución. De un día para el otro formó un grupo de WhatsApp y cada jugador fue incorporando a compañeros que recordaba.

“El primer encuentro fue de 15 personas y la pudimos pasar muy lindo. El próximo, que será en marzo, habrá más gente porque muchos ya manifestaron el deseo de participar”, explicó a PRIMERA PLANA uno de los arqueros de plantel, Ariel Martino.

Por esa Tercera Especial campeona pasaron muchos jugadores y gente de bien. “Algunos no pudieron estar el año que se consiguió el título, pero fue un proceso de dos años para armar ese plantel”, recordó, quien era parte de un grupo de guardametas integrada por Fernando Regules, Bernardo Cuesta, Héctor Escalera y Marcelo Drivet.

Martino, fiel a su estilo, fue directo y sincero. “Uno guarda rencor para los dirigentes de esa época porque no nos dieron la oportunidad a ningún jugador de poder mostrarnos como correspondía. Habíamos sido campeón de un torneo de AFA y eso fastidia e indigna. Ahora ya está. Los frutos de que se hicieron las cosas mal se vieron plasmados en descensos abruptos de categorías, que económicamente el club estuvo muy mal y cuando se traían jugadores que ni siquiera jugaban”.

La comisión directiva “que estuvo en su momento no tuvo buena onda con nosotros; siempre éramos relegados. Si bien entrenábamos mucho de los chicos con el plantel superior, a la vista está que fuimos pocos lo que llegamos a primera”, rescató.

Por su parte, Carlos Ariel Cualina, un volante del equipo, se mostró emocionado porque “después de 25 años nos volvimos a reunir y estuvo todo muy lindo, sobre todo después de tantos años sin vernos con los chicos. Con los que estaban afuera no teníamos contactos y pudimos recordar vivencias buenas y malas, lo que deja el futbol”.

Martin Devia, otro de los integrantes de este plantel, le dijo a PRIMERA PLANA que “con mucho de los chicos hacía más de 20 años que no nos veíamos y pudimos juntarnos. Fue muy lindo volver a ver a compañeros nuevamente” y anticipó que “para el 13 de marzo estamos organizando la segunda porque en esta no pudieron concurrir todos y no vamos a esperar mucho para estar juntos todos los que tenemos que estar”.

Uno de los referentes de ese plantel fue Pedro Mauricio Levato, al igual que el actual entrenador de Douglas Haig en el Federal A, Angel Gabriel Nasta, ambos surgidos de las divisiones inferiores del Club Atlético Argentino y quienes después lograron el ascenso con Los Andes a la Primera A.

“Recuerdo esa temporada como histórica porque muchos teníamos 15 o 16 años”, destacó el “Cabezón”.

El sacrificio del plantel y cuerpo técnico era enorme ya que viajaban durante la madrugada, sin concentración y almorzando arriba del micro. “Mucho tuvo que ver el gran cuerpo técnico que teníamos. Se armó un lindo grupo que lo disfrutábamos y sin querer logramos un torneo que muchos no recuerdan, pero que quedo en la historia del club”, resaltó Levato aPRIMERA PLANA.

Por otro lado, el ídolo contemporáneo de Douglas Haig destacó que esa Tercera Especial “nos impulsó a muchos a llegar al profesionalismo” y remarcó como una particularidad “el recuerdo de muchos partidos de ese año y no de algunos jugado profesionalmente”.

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