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Presa: A la espera de la autorización de los dueños de los campos

Si bien la obra cuenta con la licitación aprobada y la empresa Decavial está al frente del proyecto, es necesario que los propietarios de los predios a expropiar concedan el permiso para poder comenzar a trabajar en el terreno

El intendente municipal, Javier Martínez afirmó hace algunas semanas a la prensa que la empresa adjudicataria de la obra de la Presa Hídrica proyectada en el cauce del Arroyo Pergamino iba “dejar los trabajos e irse” y que había que pedirle explicaciones al Gobierno provincial por el abandono de varias obras.

El tema generó gran revuelo entre los vecinos, llegando inclusive a motivar una presentación para su tratamiento en el Concejo Deliberante por parte del bloque del Frente de Todos, que señaló que la suspensión de los trabajos no se debía a la inacción del Gobierno de Axel Kicillof sino a que la gestión de María Eugenia Vidal había licitado la obra sin contar previamente con la expropiación de los campos donde se construirá la Presa y también los que serían ocupados por el valle de inundación de la cuenca, trámites que por el momento se encuentran trabados, más allá de las gestiones que se están realizando.

Hace ya 25 años, luego de la gran inundación del 7 de abril de 1995, que se constituyó una comisión integrada por vecinos de la ciudad que se propuso, entre otras cuestiones, encontrar una solución a los recurrentes problemas de la cuenca del Arroyo Pergamino y gestionar la concreción de un plan de obras para minimizar los impactos de las precipitaciones y la crecida del cauce.

Nació así la Comisión de Seguimiento de Obras Pluviales de Pergamino (COSOPPER), que en la actualidad sigue trabajando fuertemente y ostenta el título de Veeduría Ciudadana, que le permite ejercer acciones de contralor de las obras que se realizan y del estado de avance y mantenimiento de los trabajos.

Walter Servidía, uno de sus integrantes brindó algunos detalles sobre la situación de la obra: “Antes que nada quiero manifestar que cada vez que hablemos del tema de la Presa debemos hacerlo recordando a los vecinos que se inundaron, esa gente que vemos en las imágenes de archivo, que sale de su casa con el agua al pecho, dejando atrás lo poco o mucho que obtuvieron con el trabajo de toda su vida”, enfatizó Servidía y luego explicó que “tenemos que tener en cuenta que está es una obra que va a cambiar para siempre la vida de 20 ó 30 mil personas de manera directa e indirectamente va a impactar de manera positiva a la totalidad de los habitantes de la ciudad”.

Respecto del estado de los trabajos, Servidía explicó que “hay que aclarar que la obra integral no es sólo la Presa sino que comprende además la red de desagües planificada. La clave de todo el sistema es que esa red lleva el agua hacia el Arroyo que, teniendo su cauce regulado por la Presa, permite el desagote del agua del casco urbano, evitando de esa manera no sólo las inundaciones sino también los molestos anegamientos.

“Cabe aclarar que, del proyecto integral aprobado hace 12 años sólo se ha ejecutado el 15 por ciento” remarcó.

También añadió que “quiero dejar claro que este proyecto no elimina por completo el riesgo de inundaciones pero lleva al recurrencia a 100 años. Hoy la ciudad es vulnerable; los estudios indican que tiene una recurrencia de 3 a 5 años, así que no es muy difícil imaginar el beneficio que conllevaría tener el proyecto terminado”, señaló.

Refiriéndose exclusivamente a la Presa Hidríca, el representante de la COSOPPER indicó que “están dados todos los elementos para que se pueda comenzar con los trabajos. El único tema a resolver es que la Presa va a ir emplazada en una serie de predios que hoy están en manos privadas y como se trata de una obra de bien público la Provincia está obligada a obtener esos terrenos, para lo cual es necesario negociar con los propietarios de los terrenos”, recordó. Y agregó que de los 11 predios, en total 4 son ocupaciones totales y 7 son parciales y la negociación está a cargo de la Fiscalía de Estado, que sabemos que ya inició los trámites”.

Además, Servidía subrayó que la empresa adjudicataria tuvo intenciones de comenzar los trabajos, que en la primera etapa consisten “sólo en tareas de medición y estudio del suelo” y que “se comprometía a no modificar las condiciones de los campos, pero los propietarios se negaron a dejarlos entrar al predio”, detalló.

Según pudo averiguar PRIMERA PLANA, el hecho de no poder ingresar a los campos fue lo que retrasó la obra. Mientras la Provincia busca negociar con los propietarios, la empresa Decavial decidió llevar sus máquinas a un obrador propio en Junín, lo que habría motivado el trascendido del intendente Martínez de asegurar que la adjudicataria había decidido “irse” de Pergamino.

Se está trabajando en la elaboración de un acta acuerdo para que los propietarios de los predios donde se va a emplazar la Presa le permitan a la empresa Decavial  ingresar durante no más de 15 días para poder realizar los estudios necesarios porque de lo contrario la obra no podrá concretarse”, indicó Servidía, quien agregó que “según nos informaron desde Decavial, el proyecto de construcción llevaría alrededor de cuatro meses. Eso quiere decir que si puede hacer las mediciones se podría ganar tiempo concretando el proyecto mientras la Provincia negocia la compra de los terrenos y así, apenas los predios estén disponibles, poner manos a la obra de inmediato.

“No debemos olvidar -acotó- que hoy la ciudad es vulnerable ante las inundaciones y que terminar la Presa insume un total de 42 meses, por lo que ganar tiempo es fundamental”.

De las negociaciones con los propietarios de los terrenos depende entonces el inicio de las obras de la Presa Hídrica, lo que sería un avance fundamental en la concreción del proyecto pensado para disminuir el impacto de las inundaciones.

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