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¿Quién es el pergaminense que brilla en el arte culinario mundial?

Es el candidato que representará a Italia en las selecciones europeas del “Bocuse d'Or”, una competencia que premia a los mejores del mundo, en Noruega

Marcelino Gómez tiene 40 años, su padre es español y su madre italiana, Los abuelos son de Tramutola, en la provincia de Potenza.

Vive entre Pergamino y distintas partes del mundo. Es ingeniero electrónico, trabajó 6 años en Riccione y vivió en San Marino. Luego decidió cambiar de rumbo: volvió a Argentina, estudió cocina e hizo un máster en el “Basque Culinary Center de San Sebastián”.

Fue el presidente del Equipo Argentino Bocuse d'Or 2018-2019. Hizo sus estudios de gastronomía y pastelería en Gato Dumas y realizó un máster en cocina, técnica, producto y creatividad en el “Barque Culinary Center”, donde fue becado para trabajar en el área de investigación y desarrollo.

Participó como investigador en distintos proyectos enfocados en salud, hábitos alimentarios y de desarrollo para la industria alimentaria en la Fundación Alicia.

Integró el equipo de investigación del Bulli Lab, desarrollando contenidos de Bulipedia, -fue parte del equipo que escribió "Te cuento en la cocina"- para Marvel, Pixar y Disney junto al innovador chef catalán Ferrán Adriá. Se desempeñó como pastelero en Geranium -3 estrellas Michelin-, en Copenhague, del chef Rasmus Kofoed, ganador del Bocuse d'Or en 2011, en Copenhague. En 2019 trabajó en el Restaurante Aalchemist (dos estrellas Michelin) como chef de investigación y desarrollo.

Durante 2020 y 2021 fue sous chef del restaurante Mirazur, donde se desempeñó en el área de investigación y desarrollo.

"Soñé con participar en el Bocuse d'Or como candidato desde que pisé la cocina y empecé a conocer este mundo. Todas las etapas de mi carrera han sido elegidas de alguna manera para avanzar en esta dirección. Quería con todas mis fuerzas trabajar con Rasmus Kofoed (el chef del Geranium de tres estrellas, pero también una leyenda en el mundo del Bocuse d'Or por ser el único que con su perseverancia obtuvo el tercer, segundo y primer lugar en la competencia mundial). Lo consideraba un dios, para mí fue y es un maestro, una guía, una persona espléndida", le dijo a PRIMERA PLANA.

Después de los primeros 8 meses de entrenamiento para la final de Rímini, que Gómez pasó en Argentina investigando y desarrollando en la cocina montada en el garaje de su casa, junto a todo el equipo se mudaron al ATH en Villeneuve-Loubet, cerca de Niza, por sugerencia de Mauro Colagreco, chef de 3 estrellas Michelin en Mirazur en Menton, donde trabajaba el pergaminense.

"La carrera fue muy exigente y tuvimos que lidiar con algunos imprevistos: sabía que estaba muy preparado porque entrenamos mucho, pero al no conocer a mis rivales no sabía qué esperar. Ganar fue la realización de un sueño y representar a Italia en esta competición es lo mejor que me ha podido pasar. Italia es mi casa, es un inmenso orgullo llevar la tricolor al Bocuse d'Or, pero también una enorme responsabilidad: Italia es un gran país y este es un gran desafío, estoy deseando empezar a trabajar y concentrarme solo en la nueva meta", indicó.

El concurso se centra en dos platos a preparar en 5 horas y 35 minutos, que representan la cultura y herencia gastronómica de su país con dos temáticas impuestas: un plato de carne servido en bandeja, con el pato como ingrediente obligado, y un plato de pescado italiano a base de esturión. La valoración de los platos, en base a una evaluación técnica de combinaciones, sabor de las preparaciones, características organolépticas del plato, equilibrio y calidad de los alimentos ofrecidos.

El equipo ganador presentó terrina de ave, hongos y alcauciles de Jerusalén, pechuga de pato, caldo de pato y aceite de laurel y tomillo limonero; caviar de remolacha y algas, ragú de raíz, callos de bacalao y guisantes, flor de alcachofa, salsa de anís y ñoquis de esturión.

Bocuse d'Or

Es el equivalente culinario a los juegos olímpicos, categorización que describe al “Concours Mondial de la Cuisine Bocuse d’Or”. Un certamen que reúne a grandes celebridades de los fogones que luchan por acreditarse como los más destacados del planeta.

La historia del concurso se remonta a 1987 y Paul Bocuse fue quien dio su nombre al galardón. El insigne cocinero francés tuvo la inquietud de reunir a colegas y crear un evento gastronómico diferente.

Replicando los principales conceptos de competiciones deportivas, el objetivo era dar un espectáculo relacionado con la alta cocina.

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