Los delincuentes esperan cerca y utilizan un dispositivo que genera un ruido electrónico que interfiere la conexión del cierre centralizado y la llave, lo que inhibe la señal
Los blancos suelen estar en shoppings, estacionamientos de supermercados y avenidas donde a veces la garantía del sonido o la confirmación del cierre son imperceptibles. Un escenario muy buscado es el de los corsos por la música y todo lo que lo rodea. Ya hace cuatro años se llevaron varias camionetas con cierre centralizado durante las fiestas que realizaban la Sociedad Rural de Colón.
No se encontraba explicación. Se supo que los ladrones vinieron de otras ciudades. Los vehículos nunca aparecieron.
Las versiones indicaban que las modernas camionetas fueron llevadas a la frontera con Paraguay.
En el caso de los inhibidores de cierre los delincuentes se llevan lo que hay en el habitáculo del auto, pero ocurre también que si dejaron las llaves de la casa y tienen la dirección porque figura en la cédula que también guardan en el auto, van a los domicilios.
Sin embargo los más sofisticados, copian las llaves, las devuelven al auto y dejan todo normal. Al cabo de algunos días entran a los domicilios y nadie entiende cómo hicieron.
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