La del jueves fue una tarde como cualquier otra para Claudia que ya había cerrado su negocio frente al Corralón Municipal y se dispuso a hacer el recorrido habitual de regreso a su casa en el barrio Trocha. Pero antes necesitaba hacer unas compras de último momento y por eso detuvo su moto en la verdulería ubicada en Catamarca y Prudencio González.
El reloj marcaba las 21.30 hs., cuando Claudia Viviana Ferarri, de 52 años, arribó al negocio e inmediatamente sintió una explosión. “Pensé que habían tirado un cohete”, le contó a PRIMERA PLANA y agregó que “la chica del negocio me miraba con cara de asombrada”. Acto seguido, empezó a sentir mucho dolor en una de sus piernas, cayó arrodillada porque el padecimiento ya se volvió insoportable y vio que su mano, con la cual se tocó la zona, estaba llena de sangre.
En ese instante la verdulera empezó a los gritos “le pegaron un tiro”. Y lo que Claudia pensó, que era un fuego artificial, en realidad se trató de un balazo, que se lo efectuaron desde una motocicleta que pasó por la vereda del comercio, y que le ingresó en la parte superior de su muslo derecho, recorrió toda la pierna y en su trayecto salió 40 centímetros debajo de la altura de entrada. “Un milímetro más y me moría desangrada”, relató.
En el lugar, rápidamente se hicieron presentes efectivos policiales de la Comisaría Primera e intervinó el Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) trasladando a la víctima al Hospital Interzonal General de Agudos “San José”, donde le realizaron las curaciones correspondientes.
Al momento de intentar buscar una explicación, Claudia no entiende el porqué de la acción. Ya que, como si fuera un justificativo, en ningún momento se trató de un intento de robo hacia ella. “Simplemente pasaron y tiraron”, le afirmó a PRIMERA PLANA y aclaró que en ningún momento advirtió a la moto. Sólo divisó a la distancia que el que hacía las veces de acompañante llevaba un caso blanco.
Este caso se sumó al ocurrido el martes, es decir dos días después, en el que dos delincuentes hirieron a un trabajador con un destornillador cuando se dirigía a su trabajo en la intersección de Catamarca y Montevideo. Dos hechos gravísimos en pocos días para una zona que los propios vecinos describen como tranquila. La causa fue caratulada como Lesiones Leves y Portación de Arma de Fuego e interviene la Fiscalía Nº 3 del Departamento Judicial Pergamino, a cargo de Nelson Omar Mastorchio.
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