Como estaba previsto ayer pasadas las 10:30 comenzó la primera jornada de debate oral en el que se ventila el fatal accidente ocurrido el 4 de enero de 2015, en el que perdió la vida Manuel Hernández en Ruta 7.
Martín Eder, de 42 años conductor del Audi A5 que colisionó contra el Peugeot 306 en el que se trasladaba la víctima junto con sus amigos está imputado de homicidio culposo calificado y lesiones leves culposas en concurso real.
Preside el debate el Dr. Jorge Cóppola, Juez Correccional mientras que el Ministerio Público Fiscal está representado por el Dr. Esteban Pedernera, titular de la UFIJ 8.
Junto al funcionario se encuentran los representantes del particular damnificado, Dres. Mauricio Muñoz y Edgardo González mientras que el asesor letrado del imputado es el Dr. Darío De Ciervo.
Apenas iniciada la audiencia, ingresó a la sala el primer testigo, Mariano Tessone, propietario del viñedo Las Antípodas, quien confirmó que la noche del 3 de enero de 2015, el imputado, Martín Horacio Eder había participado de un evento al que asistieron unas setenta personas aunque no pudo confirmar si Eder “estaba alcoholizado”.
A pedido del Dr. Darío De Ciervo, Tessone definió a Eder como “una persona seria. Nunca tuvimos una relación pero en el club (Junín Golf) es una persona respetada”.
El segundo testimonio fue el de Ezequiel Azuarabarrena, Bombero Voluntario que aquella mañana pasó cuando ya se había producido el siniestro. Él auxilió a los jóvenes que viajaban con Manuel Hernández y recordó que “a simple vista el conductor había fallecido y cuando llegaron los servicios de emergencias, “me retiré”.
Posteriormente, el oficial Reynoso manifestó que “Era ya de día y lo primero que vi fue a dos vehículos sobre las banquinas. Me entrevisto con un bombero y me manifiesta que el conductor del 306 había fallecido. Luego voy hacia el otro vehículo –el Audi A5- donde se encontraba el otro conductor. Se había bajado del auto por sus medios y cuando me acerqué estaba apoyado en el baúl del auto. No puedo precisar si estaba alcoholizado pero tenía aliento etílico”.
Por su parte, Elba Perchante, prestó su testimonio ya que aquella mañana viajaba por la Ruta Nacional 7 hacia la provincia de San Luis. Al llegar “a la altura de Nidera nos llamó la atención un Audi blanco que estaba estacionado cerca del alambrado. Seguimos y más adelante mientras estábamos en marcha, Farías –su acompañante-, me dijo mirá como viene el Audi. Nosotros íbamos a 120 en un Gol Trend. Calculamos que iría a 160 o 180. Nos pasó. Hizo lo mismo con el vehículo que iba delante siempre por la mano contraria. Y ahí fue que sentimos el impacto. Nos bajamos y vimos al compañero del chico que falleció que venía corriendo para que lo ayudáramos”.
Sobre Martín Eder añadió que “Yo le hablé porque él no podía. Estaba completamente borracho. Lo increpé, le dije unas cuantas cosas. Después le dejé mis datos a la policía y nos fuimos”.
Ante las preguntas del asesor letrado del imputado, la testigo negó haber sentido aliento etílico en los ocupantes del Peugeot 306 y tener relación con la familia de Manuel Hernández. En este punto, el Dr. De Ciervo volvió a preguntarle si había tomado contacto con la familia de la víctima y ante la negativa, le preguntó si su número de teléfono era el 431…. Dado que “la semana pasada le proporcionó el número de teléfono a la mamá (de la víctima) vía Facebook”.
Ante el planteo, la mujer explicó que le “había llegado la citación el viernes por la mañana. La tenía en el Face pero no su teléfono y quería preguntarle qué tenía que hacer”.
El quinto testimonio fue el de Gustavo Rodríguez Galván, uno de los jóvenes que viajaba junto a Manuel Hernández.
El amigo de Manuel contó que esa noche él había tomado champagne pero no pudo referirse a la bebida que había consumido Manuel. “Había mucha gente y no estuve toda la noche con él aunque nos encontramos varias veces”.
Sobre el accidente agregó que iba sentado en el asiento del lado del acompañante, que viajaban conversando normalmente y al advertir “un bulto de la mano nuestra que estaba sobrepasando a otros vehículos, le pregunto (a Manuel) si lo había visto. Me dice que sí, que le estaba haciendo señas de luces y después le empieza a tocar bocina pero nunca retornó a su carril. Venía con las luces apagadas. Manu bajó una rueda, llegó a volantear pero nos tocó en la parte izquierda. Nos embiste, nos corre, nos hace hacer un trompo y quedo dado vuelta viendo cómo el auto se va desarmando. Miro a mi acompañante y al chico que estaba atrás y estaban los dos desvanecidos”. Después, “vino una señora, intentó despertarlo y Manu no contestaba, me abrazó y me dijo que mi amigo no iba a despertar”.
Con un relato similar, continuó Brian Campos, el tercer ocupante del Peugeot 306. Tras recordar que “Manuel estaba en condiciones para manejar” explicó que “era un día muy lindo. Había mucho sol, de frente, porque es cuando el sol está saliendo”.
Los últimos testimonios fueron brindados por Marcelo Mussi y Sergio Bencochea, allegados a Martín Eder.
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