Hace poco fueron las choferes de colectivo, que en mayo de este año lograron que el Concejo Municipal apruebe una modificación a la ordenanza que rige sobre el transporte público, con el fin de obligar a las empresas que dan el servicio, tanto estatales como privadas, a incorporar un 50% de cupo femenino a su planta permanente. Ahora, le toca el turno a las gomeras, un grupo de siete estudiantes mujeres de Rosario que son las primeras del país en recibirse en este oficio, visibilizando que el interés por el funcionamiento y la reparación de autos no es asunto exclusivo de los hombres.
El título es de: “Gomera en Alineación y Balanceo” y es otorgado por la única Escuela de Gomeros Profesionales que funciona a nivel nacional, creada por la empresa local Neumáticos Verona. La carrera fue abierta por los gerentes de la firma, Osvaldo y Angélica Jeandrevin, al notar la creciente industrialización y expansión del sector automotriz y la falta de personal capacitado para hacer frente a la misma. El proyecto se presentó a la Secretaría de Empleo Municipal y cuando tuvo su aprobación definitiva se inauguró la escuela en el taller que la empresa tiene en calle San Martín 2303, en el año 2015.
En un primer momento, estaba dirigida a jóvenes de entre 18 y 24 años que se encontraran en situación de vulnerabilidad, como una forma de capacitarlos en este trabajo para que luego pudieran insertarse laboralmente. Sin embargo, año a año, la empresa fue recibiendo la afluencia de un montón de personas, que independientemente de su edad y clase, querían aprender el oficio.
Este año es el primero en que se reciben mujeres, luego de haber rendido un examen final en donde dieron cuenta de todo lo aprendido durante los seis meses que duró el cursado. El título, avalado por el Ministerio de Trabajo, las habilita a desempeñarse en cualquier lugar del mundo ya que los contenidos están estandarizados a través de maquinaria alemana que se utiliza a nivel global. Aun así, fueron varias las que confesaron el interés por trabajar para la empresa en las nuevas vacantes que se vayan abriendo.
“Pensábamos en lo necesario de que haya mujeres que también puedan brindar el servicio de reparación de autos, que no estén solo hombres trabajando, si no que ellas también puedan hacerlo si le gusta. Desde la empresa siempre tuvimos en cuenta que este es un ámbito con mucha salida laboral, que está muy ligado a los hombres, por eso nos parece que está bueno que vengan mujeres a dejar su auto al taller y vean a otras mujeres trabajando, también como un modo de fomentar que son tareas que pueden realizar ambos géneros por igual”, indicó Valeria, quien trabaja en Verona y se desempeñó como ayudante durante el dictado de las clases.
Anna es brasileña, pero ahora está viviendo en Rosario y le pareció una buena idea anotarse en la carrera para aprender el oficio de la gomería, un poco por curiosidad, otro poco para aprovechar su estadía en la ciudad. “Empecé más que nada porque quería ver de qué se trataba, pero me fue gustando y decidí continuar con el cursado y ahora soy gomera”, contó entre risas.
Para Cintia también la curiosidad y las ganas de aprender sobre algo nuevo fueron los motivos que la llevaron a querer incursionar en la carrera, a pesar de tener un trabajo estable dentro de la empresa de su familia. “Todo lo que aprendí me llamó la atención porque yo desconocía todo lo que tenía que ver con la reparación de autos y las gomerías en general. Estoy contenta con el curso y con la gente que tuve de compañeros y docentes. Me gustaría trabajar de esto, es algo que vengo considerando”.
Otra de las asistentes, María Eugenia, se refirió a la carrera como un logro personal: «Está bueno tomarlo como una capacitación para seguir creciendo, como algo que te permite especializarte y tener una salida laboral. A mí me gusta mucho el tema de los autos y a medida que fui haciendo el curso me fue interesando más poder ver cómo se trabaja en este ámbito, cómo funciona todo. Yo soy peluquera, vengo de un rubro completamente distinto, pero la carrera está muy buena y nos terminó gustando a todas. Muchos piensan que la gomería es algo que hacen solo los hombres, pero en realidad hay muchas mujeres a las que les interesa”,
Según Angélica Jeandrevin, quien también es directora de la Escuela de Gomeros, la idea de Verona es que todas tengan la posibilidad de insertarse en el mercado laboral, trabajando en alguno de sus talleres. “Ya saben armar, desarmar, balancear, rotar, alinear, entre un montón de otras cosas y como antes hacían los hombres el servicio, ahora lo harán ellas”, indicó la gerente y dijo que espera que el año que viene sean muchas más las que se anoten para obtener su título y seguir avanzando casilleros.
Fotos: Cortesía de Neumáticos Verona
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