La última reunión de la Mesa Láctea dejó un sabor a poco entre los representantes de la cadena láctea. En el encuentro, que se llevó a cabo en la Casa Rosada, se analizaron cuestiones vinculadas al mercado interno y las exportaciones, pero el punto más destacable fue la petición del presidente Mauricio Macri al sector lechero: “sigan aguantando”.
Este pedido, que se produce con un oficialismo que ya está en campaña para las elecciones 2019 tiene dos lecturas. En tono con su discurso hacia otros eslabones de la economía, Cambiemos pide a los productores lecheros que pongan el hombro, para sortear épocas difíciles.
Pero la frase también puede verse como un reconocimiento implícito sobre incapacidades propias para resolver los problemas de este sector. Desde la llegada de Cambiemos al poder, los productores lácteos “aguantan” una fuerte escalada en los precios de sus insumos, falta de acceso al crédito y un bajo precio recibido por su materia prima, entre otros puntos.
En concreto, el Gobierno anunció –a través de la Secretaría de Comercio Interior- la reducción de los plazos de pago entre los supermercados de ASU (Asociación de Supermercados Unidos) y la industria a siete días. En la actualidad, la industria puede demorar sus pagos hasta casi dos meses.
También explicaron que se encuentra disponible la operatoria para descontar cheques en el Mercado de Valores, con una tasa del 50% anual. El Ministerio de Producción presentó un subsidio de 12 puntos sobre la tasa de descuento de cheques, cuyas empresas libradoras estén en una lista que las habilite.
Por el lado de las entidades, Chiesa expuso el complejo marco macroeconómico en el que se desenvuelve la actividad, con énfasis en las dificultades en plazos de cobro, tasas de interés elevadas y fuerte presión fiscal.
Elpresidente de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina marcó el deterioro del negocio lechero, más pronunciada a partir de la devaluación, la puesta en marcha de los derechos de exportación y la disminución de los reintegros de exportación.
Para las entidades gremiales bonaerenses, este encuentro marca una bisagra en la relación Campo-Gobierno, al menos en tema lechería. “Bajemos la persiana y veamos que hacemos desde el punto de vista gremial, porque no hay nada más que hablar”, sostuvo Andrea Passerini, de la Comisión de Lechería de CARBAP.
En su doble rol de directiva y productora, no ve que el Gobierno nacional pueda ofrecer soluciones estructurales. “Hay que ver como sobrevivís y como seguimos en el negocio, a partir de ahora es un problema nuestro”, reconoció.
El encuentro cerró con un presidente Macri que pidió a los representantes del sector que puedan “sobrevivir en las condiciones que estamos y con las pocas herramientas que disponemos hasta que lleguen los frutos del esfuerzo que todo el país está haciendo”, de acuerdo a los presentes en la reunión.
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