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Smartmatic, la polémica empresa venezolana, hará el escrutinio provisorio de las elecciones

La noticia le fue confirmada a este medio por fuentes oficiales. Cobrará US$ 16 millones por los servicios.

Después de 22 años la empresa INDRA no será la encargada de llevar adelante el escrutinio provisorio de las elecciones presidenciales. La noticia fue confirmada por altas fuentes gubernamentales. ¿Quién hará el escrutinio? La venezolana Smartmatic que se quedó con la licitación al ofertar un suma de US$ 16 millones, la mitad de lo que se gastó en 2015.

Lo que genera preocupación en esta decisión del Correo Argentino, coordinada también por la secretaria de Modernización, es que la empresa venezolana tiene un prontuario de denuncias y hackeos a lo largo de su carrera.

Mucho antes de quedarse con la licitación para proveer el software con la que serán transmitidos los datos de las elecciones presidenciales de este año, la empresa venezolana Smartmatic ya era dueña de un oscuro derrotero en todo el planeta: irregularidades en Filipinas, El Salvador, Uganda y sospechas en Bélgica son apenas algunos de los capítulos oscuros de la misteriosa compañía que controló los comicios en Venezuela desde 2004 y que en 2017, tras un largo matrimonio con el chavismo, que se terminó cuando la propia empresa denunció que su sistema, supuestamente inviolable, había sido fraguado. La historia secreta de la empresa que ocupará un rol protagónico este año en la carrera para definir el futuro del país.

Smartmatic ganó en diciembre la licitación para proveer al Correo Argentino del software con el que serán transmitidos los resultados de cada una de las 90 mil mesas de todo el país, luego de que la Cámara Nacional Electoral instara al Poder Ejecutivo en 2017 a transmitir los datos desde cada uno de los centros de votación. El monto de la licitación es por U$S 1,2 millones y los expertos ya habían alzado la voz por posibles irregularidades, hackeos y hasta fraude. El cambio central es que las actas serán escaneadas y enviadas mediante netbooks al Centro de Cómputos.

El Gobierno quiere eliminar los telegramas en las elecciones y advierten por posibles hackeos
En la Argentina, de acuerdo datos comerciales a los que accedió BigBang, la empresa fue registrada el 26 de enero de 2015, bajo el nombre “Smartmatic Internacional Holding Bv Sucursal Argentina”.

Lo curioso es que figura en la categoría de “Construcción”, con una actividad principal dedicada a la “instalación, ejecución y mantenimiento de instalaciones eléctricas, electromecánicas y electrónicas”, que incluye “la instalación de antenas, pararrayos, sistemas de alarmas contra incendios y robos, etc”, y un solo empleado verificado.

Además de quedarse con la provisión del software para la transmisión de datos de las elecciones, Smartmatic buscará competir con la española Indra por el escrutinio provisorio. La compañía española, también señalada por irregularidades, gana sucesivamente el contrato desde 1997. Esta licitación fue abierta semanas atrás, y según confirmó una fuente oficial a BigBang, hay cinco empresas internacionales interesadas. El resultado de la licitación se conocerá el próximo 20 de febrero.

Derrotero Irregular

Smartmatic nació en el año 2000 y en 2004 tuvo su debut en las elecciones de Venezuela, luego de haber recibido un préstamo por U$S 200 mil. Meses más tarde, ganaría la licitación por U$S 128 millones para proveer la entrega de 20.000 máquinas de votación con pantalla táctil. Allí, durante el Gobierno de Hugo Chávez, comenzaría un largo matrimonio entre Smartmatic y el gobierno bolivariano, que se extendería hasta 2017, cuando sorpresivamente, la empresa que asegura que su sistema es inviolable, dijo que no podría garantizar los resultados de la elección de la Asamblea Constituyente.

Desde entonces, comenzó un extenso viaje que incluyó el control de elecciones en El Salvador, Filipinas, Bélgica, Los Ángeles, Venezuela e incluso participó en la licitación para llevar a cabo la primera votación con Boleta Única Electrónica en la Ciudad de Buenos Aires, que perdió con su rival, MSG. Sin embargo, sí ganó en Córdoba la licitación para realizar en 2015 el escrutinio provisorio en las elecciones provinciales. “Es una empresa venezolana y no tiene buenos antecedentes”, había dicho en su momento el por entonces candidato a gobernador, Oscar Aguad, actual ministro de Defensa.

Peligro: la sospechadísima empresa venezolana que transmitirá los resultados de las elecciones
La última de las irregularidades fue en las elecciones de El Salvador: Smartmatic fue contratada por el Tribunal Supremo Electoral y hubo fallas - admitidas por la propia empresa - en un archivo de procesamiento que provocó que se alterara el orden de los candidatos a diputados en San Salvador. Aunque la falla fue descubierta en la mañana del 5 de marzo, el escrutinio recién se frenó por la tarde, cuando superaba el 80 por ciento.

En Filipinas participó en el desarrollo de varias elecciones, hasta que en 2017 los representantes de la compañía en ese país fueron acusados por “acceso ilegal, interferencia en los datos e interferencia en los sistemas”, según recordó a BigBang el técnico informático Javier Smaldone. La sospecha era que habían interferido para avanzar en un fraude.

En Bélgica, Smartmatic se quedó con el millonario negocio electoral para el voto electrónico en la región de Flandes, con un contrato que ascendió a 40 millones de euros. Allí también registró fallas en sus sistemas y, según Smaldone, recibió una multa por 6 millones de euros. “No está claro qué va hacer Smartmatic: ¿por qué el software no lo puede desarrollar el Estado, si Argentina está por encima de la media en la calidad de los programadores?”, se preguntó ante este medio.

Sospechas y más irregularidades

Hay al menos una docena de cables de Wikileaks - la plataforma que en 2012 filtró millones de cables diplomáticos de todo el mundo - que mencionan a Smartmatic. El más enfático es uno fechado el 10 de julio de 2006, que describe que la empresa “pasó de ser una pequeña empresa de tecnología a convertirse en un actor del mercado en pocos años”. “Sus verdaderos dueños permanecen ocultos detrás de una red de compañías holding en los Países Bajos y Barbados”, detallaba. “Las máquinas de Smartmatic usadas en Venezuela son ampliamente sospechosas”, señala.

Los fundadores de Smartmatic fueron Antonio Mugica, Roger Pinate y Alfredo Anzola, quien a los 34 murió en un oscuro accidente cuando el avión en el que viajaba se estrelló contra una casa en el estado de Vargas, al norte de Venezuela, en abril de 2008. Las sospechas se originaron porque, de acuerdo a una investigación, el piloto era Mario José Donadi, un venezolano que cumplía una condena a ocho años de cárcel por narcotráfico.

A pesar de haber tenido operaciones en Venezuela, la empresa tuvo domicilio en Panamá, Delawere, el Boca Ratón de Florida y en el Reino Unido, entre otros países.

La investigación en Estados Unidos

Smartmatic arribó a los Estados Unidos asociada a la firma Sequoia Voting Systems, en una operación millonaria. Participaron en las elecciones de Chicago y la empresa fue señalada por irregularidades y retrasos. Eso le valió en 2006 una serie de investigaciones encabezadas por la diputada demócrata Carolyn Maloney, tal como destaca otro cable de Wikileaks al que accedió BigBang.

El representante argentino de Smartmatic, Andrés Rombolá, rechazó las acusaciones días en declaraciones a radio Continental, y aseguró: “En ningún momento se desprendió investigación alguna en los Estados Unidos, o al menos nunca fuimos notificados al respecto”.

“Hubo todo tipo de problemas con la elección en Chicago, probamos que la propiedad (Smartmatic) no era estadounidense sino venezolana, y sabemos que la tecnología no es infalible y puede ser manipulada. No se pueden celebrar elecciones justas y honestas a manos que haya un rastro en papel”, aseguró en su momento Maloney.

Semanas atrás, la presidenta de la fundación Vía Libre, Beatriz Busaniche, se inclinó en la misma línea ante BigBang: “No hay que despapelizar la elección”, dijo.

“Las computadoras Smartmatic utilizadas desde 2004 son más que sospechosas. El software y el hardware de las máquinas junto con los sistemas de transmisión no fueron auditados previamente”, dice, en otro cable filtrado por Wikileaks, el consultor venezolano y ex director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Caracas, Vladimir Chelminski.

El gran enigma, entonces, es cómo llego la cuestionada empresa a la Argentina. El periodista Diego Genoud recordó semanas atrás en un artículo publicado en Letra P que en el libro “La Raíz de todos los males”, el periodista y escritor Hugo Alconada Mon revela que el nexo informal entre la empresa y el gobierno argentino era Jorge Born hijo, quien en 2015 fue uno de los principales aportantes a la campaña de Mauricio Macri. La sospecha, sostiene Alconada Mon, es que aquella contribución fue a la espera de que la compañía fuera beneficiada en la licitación del voto electrónico impulsado por Cambiemos y rechazado por la oposición. Rombola, sin embargo, asegura que “nunca ha habido una conexión personal entre Smartmatic y ningún gobierno, en absoluto”.

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