El Barrio Jorge Newbery es un gran paradigma de la falta de urbanización.
En el sector más reciente, las obras se demoran pese a los reclamos formales que vienen realizando desde hace varios años, por lo cual padecen ciertas problemáticas vinculadas con la seguridad, la salud y el ambiente.
En la actualidad, se están reemplazando los viejos postes de luz de madera por los de hormigón, pero los vecinos temen que no se continúe la obra o que se realicen de manera intermitente por el período electoral.
Además, la zona está en proceso de ser registrado en el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP) para poder recibir los servicios básicos, pero los habitantes de la zona no fueron informados por parte de las autoridades sobre la continuidad del trámite.
Jorge Newbery se divide en la parte “de adelante”, por donde se accede y prácticamente no presentan ninguna necesidad y la parte nueva “de atrás”, donde los últimos años se fueron asentando varias familias que construyeron allí sus viviendas y hoy requieren acompañamiento del Estado para tener igualdad de condiciones con el resto de los vecinos.
Ante la consulta de PRIMERA PLANA sobre qué respuestas tuvieron desde la última vez que se presentaron a realizar reclamos al Municipio, los vecinos respondieron que “la última vez que estuvimos con Juan Manuel Batallánez (Secretario de Tierra y Vivienda) nos dijo que en la parte del barrio comprendido por las calles Padre Berti, Felipe Ibarra, Artigas y Facundo Quiroga se realizarían los mismos trabajos que se ejecutaron en ‘la parte de adelante’ del barrio.
“Es decir, la instalación de cloacas, agua corriente y el arreglo de las calles. Además queremos saber si esto en realidad se va a dar en todas las calles del barrio o se va a hacer de manera sectorizada, dejando a algunas sin servicio, como ya ocurrió que en la parte de adelante donde se hicieron obras, pero nosotros en el fondo del barrio estamos en otra situación”.
Respecto al reclamo de urbanización que vienen realizando hace años, indicaron que desde el área de Tierra y Vivienda “no nos han contestado qué fue lo que pasó” porque “ya hace muchos años que empezamos el proceso para que esto pase a manos de la Municipalidad, pero a pesar de la incertidumbre, creemos que esta legalización ya se dio y por esa razón es que están haciendo las obras ahora, aunque no estamos seguros y quisiéramos que Batallánez nos responda esto públicamente.
“Cuando hicieron las cloacas, nos dijeron que en el fondo del barrio había una parte en la que no se podían poner las porque los terrenos estaban muy bajos”, agregaron.
En relación a las diferencias que existen con la parte más antigua del barrio, dijeron “en esa área de calles Artigas y Mandarino se colocaron tanques de agua en las casas y la empresa Galmenza, que hizo la instalación y también realizó las conexiones cloacales hacia el interior de las casas, se había comprometido a hacerlo también en esta parte según nos comentó Batallánez, pero hoy no tenemos esta certeza porque quienes estaban con este proyecto, que eran vecinos de la parte de adelante, ya no están comprometidos en eso”.
La situación del servicio eléctrico en las pocas casas que poseen medidor, principalmente cuando se generan bajones de tensión, es otra preocupación de los vecinos. “Cuando hay inestabilidad de energía estamos impedidos de utilizar ciertos electrodomésticos como, por ejemplo, el lavarropas y se deben desenchufar para evitar que se quemen”.
Además, destacaron la importancia que cada domicilio tenga su propio medidor para evitar incendios u otros peligros que se causan por las conexiones que se realizan de manera ilegal.
Como principales necesidades los vecinos destacan la importancia de poder contar en el barrio con una plaza con juegos infantiles para que los niños, adolescentes y jóvenes puedan tener un lugar de esparcimiento porque “juegan en la calle”, hecho que se convierte en una situación peligrosa ante el paso de vehículos que no se ven cuando es de noche ya que transitan con las luces apagadas. Incluso hubo algunos niños atropellados por caballos, que cruzan a alta velocidad.
Los vecinos que se reunieron el miércoles a debatir sus problemáticas y expresar sus inquietudes, se mostraron dispuestos a colaborar para facilitar las tareas del Municipio en caso que así se requiera. “La mayoría de quienes vivimos acá estamos dispuestos a colaborar con lo que sea necesario; sí tenemos que correr las cercas de nuestro terreno para que puedan delimitar bien la calle o colocar bien los postes también. Y si se necesitara elevar los terrenos, estamos abiertos a colaborar ya que tenemos la ilusión de tener un barrio lindo y vivir dignamente”, remarcaron.
Otro problema que afecta al sector es la salubridad del agua. Los vecinos describieron a PRIMERA PLANA la situación en que se encuentran: “Los pozos sépticos están contaminando la tierra, muchos no dan más y no es suficiente con que vengan a desagotarlo cada cierto tiempo porque aunque lo hagan ya no sirven y no se pueden utilizar y hay casas donde algunos vecinos tienen hasta 3 pozos y entonces se contamina el agua de consumo diario, lo cual se vuelve perjudicial para nuestra salud”, denunciaron. Y anticiparon que “sñi no obtenemos respuestas y Batallánez no nos responde, tendremos que volver a reclamar a la puerta de la Municipalidad.
“Tenemos miedo que las máquinas que se encuentran trabajando desaparezcan hasta las próximas elecciones”, admitieron.
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