Su amor por la madera comenzó desde muy pequeño, en la localidad santafesina de Arroyo Seco, donde vivía su abuelo paterno, quien tenía un aserradero y una carpintería.
Desde chico Javier Riccardi, más conocido como “Pato”, visitaba cada 15 días a su abuelo y de a poco le tomó cariño a las maderas. “El viejo era un groso, me explicaba todos los tipos de maderas”, sostuvo Riccardi a PRIMERA PLANA, quien además recalcó que “en aquel tiempo se lograba conseguir mucha madera”.
Con los años, decidió ir comprando sus propias máquinas y herramientas. “En 2001, en plena crisis, estaba trabajando para una empresa y decidí cortarme solo para hacer artesano de la madera” explicó.
De a poco fue dando sus primeros pasos. Arrancó con muebles de tronco, “con cosas rusticas, hasta que fui tirándome para el lado de la marquería”, indicó.
Javier “Pato” Riccardi es un agradecido a la profesión porque pudo recorrer gran parte del país “trabajando en las ferias de artesanos”, tarea que desarrolló durante 15 años y “luego me dediqué a los muebles de diseño”, afirmó.
“Con los lentes empecé a investigar por internet a diferentes fabricantes de todo el mundo. Los de madera se usan mucho; en Europa desde hace unos 15 años y en América llevan unos 10 años”, subrayó el artesano.
En 2016 emprendió un viaje por diferentes partes de Brasil y se quedó trabajando para un hostel. “En ese lugar, el dueño me pidió que le haga muebles para el patio. Ahí llegó un chico con unos lentes de madera de un fabricante que yo lo conocía por Instagram. Se los pedí para verlos y fue mi primer contacto con un anteojo de los que yo quería hacer”, recordó.
Estuvo un año y medio practicando y haciendo diferentes pruebas, investigaciones y charlas con colegas de todo el mundo, con los que intercambiaba consultas y hasta materiales. “En diciembre de 2019 saque mis primeros lentes.
Los que yo trabajo están hechos de multilaminados de madera natural. Se pegan diez chapas de 0,6 milímetros cada una, se prensan y se dejan 24 horas para que sequen y con una caladora de banco voy calando”, precisó. Es un producto que es netamente ecológico y sustentable.
Realiza marcos para lentes de sol o lectura. “Es un producto muy noble. Siempre digo que es como la cerveza artesanal, vino para quedarse”, consideró.
A su vez señaló que “estos lentes no son solamente moda sino que si queremos pensar un mundo mejor, lejos de la contaminación del plástico, pongo un pequeño granito para colaborar”.
Las principales características es que son resistentes, muy flexibles y apenas pesan 21 gramos. “Es mucho más que un lente de plástico y con mucha más onda”, argumentó “Pato” Riccardi a PRIMERA PLANA.
Consultado sobre la repercusión en la gente sobre los nuevos modelos, el artesano manifestó que “la respuesta fue buena ya que contamos con un producto nuevo e innovador para la ciudad. Soy el primero en la zona”.
La pandemia por el COVID-19 lo atrapó en pleno lanzamiento de sus productos por lo que tuvo que postergar varias ferias de diseños, como así también visitar a ópticas de la zona.
La venta es por su Instagram -@astor_lentesdemadera- y la promoción de boca en boca. “Siempre digo que mi mejor publicidad es mi cliente porque se lo lleva, la gente se lo ve, lo prueba y ahí tienen el contacto con el producto”, admitió.
Javier “Pato” Riccardi subrayó que “la gente piensa que por ser de madera se va a romper o quebrar pero no es así. Es más fuerte que el plástico”.
Otra de las causas por las cuales se decidió por el nuevo producto es porque “en este país, si sós artesano y querés vivir como tal, te tenés que reinventar siempre”. Y además dijo que “piensa elaborar siempre anteojos con marco de madera porque vinieron para quedarse y romper con la monotonía del plástico, cambiar el mundo de éste lado con un producto netamente sustentable”.
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