Ayer, en la sala de audiencias del Juzgado Correccional 2 se desarrolló el debate oral y público en el que un contratista rural ocupó el banquillo de los acusados por varios episodios de amenazas a su ex esposa.
Ante el juez Carlos Ariel Picco compareció este sujeto imputado de realizar amenazas de muerte a la madre de sus hijos frente a un grupo de amigas.
El hombre no ha podido aceptar la separación ni acepta que lo haya dejado para rehacer su vida con una nueva pareja. Tras la separación la mujer sufrió continuos hostigamientos.
En el pueblo donde residían ambos conocían la traumática separación y varios vecinos fueron testigos de situaciones de conflicto cada vez que se cruzaban o el hombre forzaba encuentros con su ex para atosigarla.
La mujer se mudó a Pergamino y el hombre se quedó en la localidad con los hijos; quienes ya habrían alcanzado la mayoría de edad.
Más tiempo pasaba y se sumaban los acosos o amenazas verbales en distintos lugares donde el hombre se le aparecía a la ex y en varias oportunidades se transformaron en denuncias que luego prosperaron como causas penales en sede judicial.
La víctima adquirió anteojos equipados con cámara de filmación para registrar imágenes audiovisuales de los episodios provocados por su ex.
Además habría trascendido que habría viajado, en varias oportunidades, oculta en la parte trasera de un auto de tres puertas para poder visitar a su actual pareja, quien reside en la misma localidad que su ex marido.
El episodio que se ventilará el martes en los Tribunales de Pergamino tiene que ver con las amenazas que les hizo el contratista rural a la mujer cuando se encontraba reunida cenando con amigas.
Las personas que presenciaron las graves amenazas son los testigos que han complicado la situación de ese sujeto durante la instrucción judicial en la Fiscalía 4 y deberán comparecer a prestar el mismo testimonio el martes frente al juez Carlos Picco.
El despecho de este hombre sigue vigente desde la separación y todavía existe gente del entorno que teme que en alguna oportunidad pueda llegar a concretar las graves amenazas de muerte que viene anunciando desde hace mucho tiempo.
La mujer estaría por acceder a la jubilación y ha prometido que cuando acceda a este beneficio se mudará a otra ciudad.
La fiscal Karina Póllice tiene a su cargo la acusación y va a requerir que el caso se encuadre con el agravante de violencia de género.
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