La gran pregunta es por qué el Estado no logra articular las acciones necesarias para prevenir y superar las consecuencias de las inundaciones. El rol del Municipio, en este tipo de fenómenos, demanda capacidades para preverlo, contenerlo y reparar sus secuelas de manera rápida y eficaz. Cada una de estas capacidades tiene requisitos técnicos propios. No es lo mismo organizar un sistema de alerta preventivo, realizar obras de infraestructura para contener, canalizar o escurrir las aguas o montar un operativo de asistencia a los damnificados cuando la magnitud del desastre supera todos los pronósticos. Son distintos los tiempos, los actores que intervienen en cada caso, sus modalidades operativas o la visibilidad, costos y eventual capitalización política de sus acciones.
A partir de la madrugada del miércoles se volvió a sentir con violencia la fuerza del agua en un sector de la ciudad y pueblos del Partido, con la caída de más de 150 milímetros. Y el temporal se comportó como siempre, trajo agua y todo lo demás: falta de coordinación en algunos casos, desconocimiento en otros, vecinos enojados, personal municipal y bomberos trabajando de manera impecable y un ejercito de justificadores de escritorios.
Es absolutamente cierto que Pergamino sufre inundaciones cada vez más seguido producto de las inclemencias climáticas que empiezan a dejar de ser atípicas pero no dejan de ser impredecibles en su magnitud y sobre todo en su relación cantidad de milímetros caídos vs horas de lluvia. Tan cierto como que ahora se anegaron zonas que anteriormente no lo padecían.
Sobre el cierre de la jornada, desde la Secretaria de Planificación y Modernización se difundió un “cuadro comparativo de precipitaciones de más de 100 milímetros vs. evacuados”. Además de publicarse en las redes sociales del Municipio y persiguiendo el objetivo que rápidamente se “viralice”, algunos funcionarios lo postearon en sus perfiles como, por ejemplo, el subsecretario de la Jefatura de Gabinete de la Municipalidad de Pergamino, Lucio Tezón. En la mayoría de los casos, se destaca que “los datos son incontrastables” y “que no engañen a la gente”. Ese cuadro, que probablemente el intendente haya recibido confiando en quienes lo elaboraron, plantea algunos interrogantes si se analiza minuciosamente.
Datos contrastables
Analizando el “cuadro comparativo de precipitaciones de más de 100 milímetros vs. evacuados” y comenzando por el primer episodio del 5 de febrero de 2014, en el gráfico elaborado por el Municipio figuran 129 milímetros y 384 evacuados. El por entonces secretario de Salud, Leandro Peñaloza le confirmó al diario La Opinión 400 evacuados. Es decir, 16 evacuados más.
Primera observación: se toma en consideración ese primer evento que no pertenece a la actual gestión municipal, pero además se suma más cantidad de evacuados.
La segunda fecha corresponde al 9 de agosto de 2015. En el cuadro aparecen 135 milímetros y 240 evacuados. En el editorial del 14 de agosto de La Opinión se publican como datos oficiales: 380 evacuados y a su vez, el portal oficialista La Noticia1 confirma que llovieron 200 milímetros.
Segunda observación: existe una diferencia de 65 milímetros y 140 evacuados. Es decir, llovió más de lo informado en el cuadro y falta una buena cantidad de evacuados. ¿Se pudo haber alterado la cifra de los milímetros caídos, en virtud que en Navidad de 2016 llovió la misma cantidad que ese 9 de agosto de 2015 y reflejar el número real de agua caída deja en evidencia que se registró una cantidad de evacuados superior por falta de eficiencia?
A propósito del 25 de diciembre de 2016, los datos del gráfico señalan entonces 200 milímetros y 560 evacuados. En esa oportunidad, en conferencia de prensa, el propio intendente aseveró que hubo 455 evacuados "140 en José Hernández, 130 en el Complejo Piooner, 80 en Kennedy, 35 en Centenario y 70 en Villa Alicia" para más precisión.
Tercera observación: de acuerdo a la palabra de Javier Martínez hubo 105 evacuados menos que lo informado en el gráfico.
El “cuadro comparativo de precipitaciones” refiere al 10 de enero de 2017 como fecha precisa de otra inundación en Pergamino con 125 milímetros de lluvia y 233 evacuados.
Cuarta observación: Las fechas de las intensas lluvias que generaron otra vez anegamientos e ingreso de agua en las viviendas comenzaron el domingo 15 de enero de 2017, al menos PRIMERA PLANA no encontró registros del 10 de enero, pero si del 15 y 16 y las cifras oficiales hablaban de 130 evacuados.
Por último, el reciente hecho del 30 de enero, condatos del gráfico de 150 milímetros y 44 evacuados.
Quinta observación: el cuadro indica 44 personas evacuadas, pero el intendente municipal aseguró que fueron 44 familias en un tramo de la conferencia brindada en la sede de Defensa Civil. Quizás se trato de un error involuntario pero si así no lo fuese existe una muy clara diferencia en el número final.
La contundente línea roja
Desde la inundación de 2014, la traza negra era descendente, incluyendo el episodio de 2015, con la intendencia de Omar Pacini -Martínez asumió a principios de diciembre de ese año-. En diciembre de 2016 se llegó a la mayor cantidad de evacuados de los cinco eventos que ofrece el gráfico y es precisamente la primera inundación a la cual debe hacer frente la actual gestión municipal. Es aquí donde se eleva el coeficiente porque venía en descenso y casualmente la línea negra no marca ese desnivel ascendente en el gráfico, por ese motivo la línea roja -incorporada por PRIMERA PLANA- expone con nitidez la curvatura que debería brindar el cuadro. El coeficiente en la inundación del 25 de diciembre de 2016 se disparó, pese a que el cuadro comparativo mantiene esa misma línea negra entre el 9 de agosto de 2015 y el 10 de enero, ambas fechas con coeficiente 1,8, sorteando el episodio de los 560 evacuados de Navidad de 2016. En síntesis, es como si no hubiese ocurrido esa inundación en Pergamino. Sexta observación.
La séptima observación no obedece más que a plantear cuestiones simples y concretas. ¿Porque la inundación de 2016 se pasa por alto en el gráfico oficial? ¿Por qué no se reconoce que aumentó el coeficiente exponencialmente? ¿Error de diseño? ¿Por qué el intendente municipal habló de 455 evacuados y en éste cuadro se muestran 560? ¿Cuándo se alteraron o manipularon las cifras: antes o ahora?
Lo que está bien, está bien
Durante la administración del intendente Javier Martínez se lograron adelantos sustanciales en obras hídricas, que permitieron que los más de 150 milímetros que cayeron el 30 de enero tengan un comportamiento algo menos agresivo al que hubiesen provocado en otra época. El dragado del Arroyo Chu Chú, la cuenca del Arroyo Pergamino hasta Arrecifes y la elevación de los terraplenes, son obras que se ubican entre los primeros lugares de los últimos años y llegaron de la mano de Martínez.
Lo que está bien, bien esta. Y lo que está mal, está mal. Así de simple. Este “cuadro comparativo de precipitaciones de más de 100 milímetros vs. evacuados” no solo tiene numerosas imprecisiones, que lo hace muy confuso sino que al mismo tiempo habilita un amplio panorama de observaciones y conclusiones.
Por eso el tan mencionado relato no es patrimonio de ningún partido político, jamás lo fue ni lo será. Porque lo utilizan quienes niegan la realidad, casi siempre en manos del oficialismo de turno.
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