“Casarnos era un acto político”. Así sintetizó Javier Herrero el acontecimiento de protagonizar el primer enlace igualitario de Macachín, una localidad de La Pampa, a PRIMERA PLANA. Y esto porque su, ahora marido, Silvio Sierra, nació y vivió toda su infancia y adolescencia en ese pueblo de 5 mil habitantes.
Por su parte, Javier, creció en Pergamino y toda su familia vive en nuestra ciudad. Se fue a estudiar a Rosario y luego a vivir a Buenos Aires, donde conoció a Silvio, hace 11 años atrás.
Todo comenzó en un festival de música al que cada uno asistió con amigos de su ciudad natal y entre charlas y solicitud de Facebook, “enseguida empezamos a salir y nos pusimos de novios”, recordó Javier.
Con 42 años y Silvio, de 41, se casaron el domingo en la jurisdicción del Registro Civil de Macachín y fueron el primer matrimonio igualitario del pueblo.
Durante más de una década de relación y 7 de convivencia, encontraron un punto en el que compartir no solo la vida conyugal sino también la laboral. “Somos una pareja que se complementa mucho, que compartimos un montón de cosas, además de la vida personal, familiar, los amigos y los viajes ya que tenemos una empresa juntos: Una marca de ropa que se llama Silvio Sierra. Así que estamos mucho tiempo juntos y compartiendo”, dijo Javier Herrero.
Además agregó que “vamos bastante a Pergamino. De hecho, mis amigos y mi familia lo quieren un montón porque es una persona fabulosa”.
Luego de años de compartir la vida, tomaron la decisión de casarse. “Está buenísimo darle un marco legal a nuestra relación, hacer uso de un derecho que durante siglos fue negado”, sostuvo.
“Yo estuve el día de la aprobación del matrimonio igualitario en la Plaza del Congreso hasta las 4:00 hs. de la mañana y fue fabuloso, lo viví con mucha emoción. Cuando no sós heterosexual, se te anulan esas posibilidades. No era algo que imaginaba”, agregó.
Si bien pensaron contraer matrimonio en nuestra ciudad, encontraron el lugar ideal en el pueblo de Silvio ya que además su sueño siempre fue casarse en Macachín y celebrarlo junto a sus seres queridos.
“Acá teníamos ese club que nos parecía espectacular, que tiene una historia muy linda porque es club adonde Silvio iba de chiquito con sus padres, a los típicos bailes de pueblo, con orquesta”, detalló.
Se trata del Club La María Luisa, donde, previo a la pandemia, se organizó un baile como en los viejos tiempos, que nunca llegó a realizarse porque estaba pautado para el 20 de marzo de 2020.
El año pasado, la pareja se enteró de “el baile que no fue”, a partir de una nota en un diario de La Pampa y los movilizó.
“Era increíble porque en las fotos, cuando fuimos a verlo y a espiar un poco por las ventanas, estaba todo armado, las mesas, las sillitas, todo armado como cuando se hacían los bailes, pero quedó todo lleno de polvo”, subrayó el pergaminense.
De inmediato, Silvio y Javier pusieron manos a la obra. “Tuvimos que ponerle mucho trabajo y así lo desempolvamos con un casamiento igualitario”.
La marca de indumentaria de la pareja promueve la ampliación de derechos del colectivo de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transgénero (LGBT) por eso es que aseguran que su lazo significó un acto político “y hacerlo acá era como el moño, por el hecho de que era el primero”, resaltó Herrero.
Toda la familia de Silvio, desde Macachín, trabajó para acondicionar el lugar junto a jardineros, pintores, plomeros y electricistas.
También participaron los amigos de la pareja en la decoración, que viajaron desde otros países para presenciar el casamiento.
A su vez, a la ceremonia, asistió la familia de Javier desde Pergamino e incluso viajaron a La Pampa sus amigos desde el jardín de infantes, con los que creció en la Escuela Normal Superior “Joaquín V. González”.
“Se armó muy colectivamente, muy desde el amor, muy desde los vínculos y como funcionamos nosotros, que nos encanta hacer todo en comunidad", remarcó.
La boda y el festejo en el medio del campo contó con 187 invitados, de los cuales 110 arribaron de distintos puntos del país y del mundo.
Fue así que, al atardecer, entre los colores de la decoración y del sol cayendo, Javier y Silvio dieron el “sí, quiero” y todos sus seres queridos celebraron hasta la mañana siguiente.
“Esto es hermoso. Nos amamos y nos unimos formalmente. Pero lo que más nos enorgullece es haber sentado precedente porque no es fácil enfrentarse a éstas situaciones que nos eran tan complicadas”, señaló Javier Herrero a PRIMERA PLANA.
En ese sentido, resaltó que el casamiento “movilizó mucha gente. Silvio es una persona muy querida acá. Estuvo buenísimo. El pueblo se revolucionó y se brindó para que todo funcionara”.
Si todavía no recibís las noticias de PRIMERA PLANA en tu celular, hacé click en el siguiente enlace https://bit.ly/3ndYMzJ y pasarás a formar parte de nuestra base de datos para estar informado con todo lo que pasa en la ciudad y la región.
