Desde 2013, en nuestra ciudad, rige una ordenanza que regula la actividad de los remises.
El 1º de noviembre de 2013, en la 13ª sesión ordinaria y con unanimidad de votos, el Concejo aprobó la Ordenanza Nº 7898/13, que luego, con el objetivo de actualizarla a los tiempos que corren, se intentó modificar en varias oportunidades por los ediles de diferentes bancadas aunque sin éxito alguno.
Una de las cuestiones que se plantea incorporar a la normativa, como medida de seguridad, es la obligatoriedad de que cada vehículo cuente con una carta de identificación del chofer, visible al pasajero.
Lo que se dice
La normativa contiene numerosos artículos en los que se consignan los requisitos a cumplir, entre ellos que la prestación del servicio se debe efectuar a través de una agencia debidamente autorizada; que el aspirante a titular de la licencia de remis deberá presentar, por cada vehículo a habilitar, una solicitud en la que deben constar los datos del auto y del chofer; que las agencias deberán contar con el sistema DAC o un equipo homologado que reúna los datos para un registro detallado de viajes.
Por otro lado la ordenanza indica que “las agencias deberán llevar un Libro de Registro donde se consignarán la cantidad de vehículos afectados al servicio, marca de los mismos, números de chapas identificatorias, año de fabricación de las unidades, como así también deberán registrarse la nómina de los choferes y vehículos asignados a cada uno de ellos”, y aclara que “deberán habilitar un libro de quejas que estará permanentemente a disposición de los usuarios”.
En su artículo 4, aclara que la Agencia Municipal de Seguridad Vial deberá llevar un libro donde se registrarán los vehículos afectados al Servicio de Remises, y en el mismo se consignará: cantidad de unidades afectadas al servicio. Marca de los vehículos. Número de chapa identificatoria. Número de motor y chasis. Año de fabricación de la unidad. Domicilio de radicación de la unidad. Nómina de los choferes y vehículos asignados a cada uno de ellos.
Pese a la necesidad de modificaciones lógicas por el paso del tiempo, lo antedicho está en plena vigencia, pero aún no encuentra cumplimiento total sino de manera parcial.
Pedido de La Juntada
El año pasado, y luego de que fueran vox populi las denuncias en las redes de parte de mujeres que habían sido acosadas mientras viajaban en remis, la Juntada Feminista de Pergamino realizó una movida virtual para instalar el tema de que esta ordenanza no se estaba cumpliendo.
“A partir de este hecho la concejal Leticia Conti, presentó un pedido de informes y un proyecto para modificar la ordenanza reafirmando lo ya expuesto de que cada remis debe contar con una identificación del auto y chofer accesible al pasajero”, recordaron desde La Juntada Feminista y agregaron que “hasta el momento no recibimos respuestas a este tipo de interrogantes”.
A principios de año
Con el objetivo de analizar cómo fue el proceso para modificar la ordenanza vigente, se consultó a la edil del bloque Unidad Ciudadana-Partido Justicialista, Leticia Conti, quien explicó que existe una ordenanza vigente que prevé numerosos controles al servicio del remis, específicamente hay un punto en el que se indica la obligatoriedad de que en cada agencia exista un registro sobre los vehículos y los choferes que manipulan los mismos y en qué horario.
“Cuando se generaron diferentes denuncias de partes de mujeres, en las primeras sesiones ordinarias del 2018 presento un pedido de informe sobre el cumplimiento de la ordenanza, y un proyecto para modificar la ordenanza vigente en la que se hace nuevamente referencia en la actualización de ese registro, con altas y bajas de choferes”, explicó la edil.
Vale aclarar que en el proyecto de ordenanza se da cuenta que “la información contenida en dicho libro de registros será de acceso público cuando un usuario del servicio lo solicite aludiendo a malos tratos, conducta inapropiada, acoso u hostigamiento por parte del conductor del vehículo”.
Debida identificación
Por otro lado se prevé en dicha modificación una sanción para aquellos choferes de remises que no tuvieran su cartel identificatorio en el vehículo, multa que sería aplicada al chofer, al dueño del auto y a la agencia.
En dicho cartel debiera figurar la foto del conductor, DNI, nombre, apellido, modelo y auto que estaba manejando y si el chofer no es el propietario del auto que figure también el nombre del dueño del vehículo.
El cartel, oficializado por el Municipio, debiera ser otorgado al momento del inicio del turno de dicho chofer, quedando esto también registrado en el libro que toda agencia debiera tener.
Otro proyecto
A la par, el concejal Walter Baccarini, del bloque Cambiemos, también había presentado un proyecto de modificación de la ordenanza que incluía en el cartel identificatorio el código QR para constatación digital de datos.
“Desinterés”
“El tiempo pasó, lo único que se necesita para hacer valer lo que solicitamos es voluntad política y de gestión”, señaló la concejal Conti.
Con la pretensión de unificar los proyectos de modificación a la ordenanza, “en la comisión de Transporte hablamos con el secretario de Modernización, Lucas Marino Aguirre que nos indicó que no había problemas mayores en aplicar esta modificación aunque no se avanzó, lo que nos parece una falta de respeto a la labor de los concejales, más aun cuando intentamos ordenar algo que un sector de la sociedad mostró como un problema”.
Por último Conti remarcó que “iniciativas hubo, tanto de parte de la oposición como del oficialismo coincidimos en mejorar una ordenanza pero nos encontramos con el desinterés del Ejecutivo. A esto se suma que vemos una implementación a medias de la ordenanza vigente y un signo de interrogación sobre la modificación a la normativa que rige”.
Las tres B
Cuando algo es de fácil resolución, en la calle se lo suele definir como “las tres b”: bueno, bonito y barato.
Pues aquí estamos frente a una problemática, inherente a la inseguridad, cuya respuesta reúne estas características al no tener costos, ser de fácil implementación y tener un efecto inmediato, tanto en lo disuasivo como en lo preventivo, e incluso brindando algo de tranquilidad a la población usuaria.
Solo es poner carteles en el interior del auto, y controlar que se cumpla. Es curioso que algunas remiserías los tengan y otras no.
Sucede que este detalle no poco importante de identificar al chofer, al estilo de los servicios de taxi de las grandes ciudades, es ofrecido como una especie de valor agregado de la empresa, cuando en realidad tendría que ser, desde ya, un requisito obligatorio, con todo el dispositivo de control y sanción activo para quien no cumpla.
Y que los pasajeros comiencen a exigirlo y denunciar su falta, también hará a la efectividad de la norma.
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