Inés San Martín es rosarina, vive en Italia desde hace seis años cuando comenzó a trabajar como corresponsal en Roma del medio Crux Now de Boston, Estados Unidos. Desde entonces integra la comitiva de periodistas vaticanistas y el viernes volvió a subirse al avión para cubrir una de las giras más peligrosas de Francisco y que seguramente marcará un hito en su pontificado.
Es la primera vez que un Papa visita Irak, un lugar clave para las religiones porque se trata de la tierra de Abraham, considerado el “padre en la fe” y uno de los profetas más importantes de la Biblia.
“Hoy Irak está lidiando con la inestabilidad política, económica y social, y en todo el país, los manifestantes antigubernamentales se manifestaron la mayor parte de la semana previa a la visita papal”, relató la rosarina que forma parte de la comitiva de 70 periodistas (tres argentinos) que están cubriendo el viaje del Papa.
En diálogo con La Capital desde Bagdad, San Martín describió que encontró una ciudad totalmente militarizada. “Nos llamó la atención la cantidad de fuerzas de seguridad que hay en la calle. Acá se vive un toque de queda, hay muy poca gente. Creemos que es por la situación sanitaria de la pandemia de Covid”, explicó ayer luego de un intenso día de trabajo con el Papa Francisco.
“Todos los periodistas estamos muy emocionados de poder volver a trabajar”, confesó la periodista. “Por la pandemia se habían suspendidos todas las giras papales y ahora las retomamos y con un destino fuerte como es Irak”, remarcó.
En cuanto a cómo fue la acogida del pontífice argentino a ese país musulman, San Martín refirió que “la gente brindó a Francisco una recibida muy cálida, y si bien no se permiten las aglomeraciones en las calles, por la situación sanitaria, la gente acudió con carteles y pancartas de bienvenida (todas escritas en árabe) y más de uno quiso saltarse las vallas de seguridad para saludar al Papa”, contó.
Visita a los cristianos
“La situación de los cristianos en Irak es complicada”, explicó la periodista. Se trata de un país musulmán donde la convivencia es compleja para todas las minorías religiosas.
“Los últimos datos son de 2018 y refieren que hay como mucho 300 mil cristianos en el país”, indicó la periodista que ya estuvo en ese país cubriendo notas periodísticas en 2014 y 2018.
“En una conferencia de prensa realizada en Bagdad, el cardenal Louis Sako, jefe de la Iglesia Católica Caldea, nos dijo a los periodistas que les da mucha esperanza este viaje del Papa Francisco por los cambios que puede provocar en la población iraquí, más allá de la religión que profesen, por la esperanza de que el país esté dando vuelta la página respecto a la violencia y se pueda vivir en paz”, señaló.
A San Martín, al igual que al resto de los periodistas les queda solamente el día de hoy para concluir la gira. Esta noche ya volverán a Roma.
El viernes el Papa se reunió con las autoridades civiles y estuvo en una emotiva ceremonia realizada en la catedral siriocatólica, donde 48 católicos fueron martirizados durante la misa en 2010.
El sábado visitió Najaf, una ciudad santa para el islam chiíta, donde se reunió con el gran ayatola Ali al-Sistani. A su vez, dirigió una oración interreligiosa en las ruinas de la ciudad de Ur, considerada el lugar de nacimiento de Abraham, padre de los creyentes. Por último, celebró la misa en el rito católico caldeo y se constituyó en el primer Papa en realizar este acto ecuménico.
En Nínive
Para hoy, la agenda también será apretada. “El Papa centrará su atención casi exclusivamente en la asediada comunidad cristiana, visitará la llanura de Nínive, incluidas las ciudades de Qaraqosh y Mosul, diezmadas por Isis, y celebrará la misa para 10.000 personas en un estadio de Erbil, capital de la región autónoma del norte de Kurdistán”, relató San Martín.
“Durante el vuelo de regreso seguramente contestará las preguntas de los periodistas como suele hacer”, contó la rosarina, quien confesó que toda la comitiva estaba muy emocionada en el viaje de ida. “El Papa recorrió el avión y saludó a cada uno, siempre con el barbijo puesto y manteniendo la distancia exigida por los cuidados sanitarios, pero todos estamos muy contentos de volver a trabajar”, destacó.
Cabe destacar que este viaje fue muy esperado por el Papa Juan Pablo II, pero que nunca se pudo concretar y ahora lo realizó Francisco cumpliendo así con un gran deseo de los líderes católicos.
“Vinimos con cierto temor por estar en Irak y por el Covid, y los atentados suicidas se suceden en este lugar”, dijo San Martín desde Bagdad”, pero en mi caso estoy más que agradecida y me siento honrada de poder estar acá”, concluyó.
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