El 14 de noviembre de 2009, los Pomar salieron en auto desde su casa en José Mármol rumbo a Pergamino, pero jamás llegaron. La desaparición de la familia movilizó a un país entero y motivó un operativo de búsqueda por aire, tierra y agua, que finalizó con la aparición de sus cuerpos recién el 8 de diciembre. Sin embargo, un hombre había informado a la Policía la ubicación exacta del vehículo 22 días antes, pero nadie le prestó atención, según contó Rolando Barbano, en TN.
Luego de que se perdiera todo rastro de los Pomar, el albañil Casimiro Frutos tomó un colectivo para ir desde nuestra ciudad hacia Rojas. Fue entonces cuando, en pleno viaje, vio el auto de los desaparecidos a la vera de la Ruta Nº 31.
“El 16 de noviembre vi un auto al costado de la ruta 31 con las cuatro ruedas para arriba; la maleza lo cubría bastante pero llegué a ver el zócalo del coche de color rojo”, contó pocos días más tarde del hallazgo. Frutos vivía en Del Viso y reconoció que no llamó ese mismo 16 porque creyó que era un auto abandonado.
Cuando el caso tomó relevancia nacional Casimiro recordó aquella imagen. “Cuando volví a mi casa mi mujer Analía me dijo que había escuchado por televisión que estaban buscando a una familia que había desaparecido. Yo le comenté que vi un auto volcado de color rojo al costado de la ruta. Entonces ella me dijo que, sin comprometerme, llame al 911 y avise”, contó.
El 27 finalmente denunció lo que vio. El 30 volvió a pasar por allí (trabajaba en una planta de Monsanto en la ciudad de Rojas) y el auto seguía en el mismo lugar. Luego se supo que los datos habían sido remitidos como “Información relevante Pomar” a la DDI de Pergamino. Eso le valió el puesto al comisario de esa dependencia.
Con el correr de los días, la búsqueda se extendió a todo el país y el paradero de los Pomar se volvió un enigma sin precedentes. “Es como si se los hubiera tragado la tierra”, afirmaban amigos y familiares.
Sin embargo, el misterio llegó a su fin el 8 de diciembre, cuando las autoridades encontraron los cuerpos de Fernando, Gabriela, Candelaria y Pilar Pomar, en las inmediaciones del cruce de las rutas Nº 7 y 31. Cuando encontraron los cuerpos todavía se veía la frenada del Duna en el asfalto.
Con el hallazgo, también quedó confirmada la información que Casemiro había aportado 22 días antes y que la Policía ignoró. Por este hecho se llevó a juicio a siete oficiales. Pero, increíblemente, todos fueron absueltos.
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