Durante la reunión se aclaró que no se trataba de despidos directos, sino que los empleados pasarían a una instancia de negociación por compensaciones económicas. Sin embargo, desde ese mismo momento quedaron liberados de sus funciones, lo que dejó a casi treinta familias sin sustento laboral.
La preocupación creció aún más el viernes 26, cuando se realizó un nuevo encuentro en la sede del Ministerio Provincial de Trabajo. Inicialmente, la reunión había sido convocada por el retraso en el pago del medio aguinaldo, pero el cierre intempestivo se convirtió en el tema central.
Mientras tanto, varios operarios denunciaron que, en paralelo al encuentro, la empresa comenzó a retirar insumos y materia prima de la planta en camiones, lo que generó indignación y desconfianza respecto de la negociación, al temer que se tratara de un vaciamiento.
Este hecho se suma a otros episodios que reflejan la crisis de la compañía. A fines de agosto, la planta de San Juan suspendió su producción durante una semana, lo que obligó a unos 300 trabajadores a tomarse vacaciones forzadas. Aunque la gerencia lo justificó como una “parada técnica”, los empleados ya advertían sobre la inestabilidad de la empresa.
La previa
Además, en mayo se habían registrado demoras en el pago de salarios, lo que alimentó rumores de dificultades financieras. En ese momento, el CEO de Dilexis —firma propietaria de Tía Maruca—, Pablo Tamburo, negó que existieran planes de cierre.
El cierre
Sin embargo, la situación actual en Chascomús muestra lo contrario: una planta cerrada, trabajadores sumidos en la incertidumbre y una comunidad afectada por la pérdida de empleos.
Si todavía no recibís las noticias de PRIMERA PLANA en tu celular, hacé click en el siguiente enlace https://bit.ly/3ndYMzJ y pasarás a formar parte de nuestra base de datos para estar informado con todo lo que pasa en la ciudad y la región.