Fue el apóstol Pedro quien, según los evangelios, negó tres veces a Jesús antes de que cantara el gallo. Lo hizo por miedo, lo hizo para salvarse, y lo hizo pese a que su fe había sido siempre su carta de presentación. Salvando las enormes distancias, la comparación sirve para graficar la escena política actual en Pergamino: el intendente Javier Martínez negó con firmeza cualquier vínculo con el PRO de Cristian Ritondo y, a su manera, también se encargó de remarcar que su lugar siempre estuvo en otro lado.
“Nosotros nunca fuimos del PRO de Ritondo, seguimos cerca de la idea original”, aseguró Martínez, al ratificar su pertenencia a HECHOS, el espacio que comparte con la ciudad de San Nicolás. La frase buscó despejar dudas y marcar diferencias en un contexto donde los reacomodamientos internos del PRO y sus satélites generan especulaciones constantes.
La declaración no pasó inadvertida. Como Pedro aquella noche en Jerusalén, Martínez se despegó con énfasis de lo que algunos le atribuían: cercanía con Ritondo y con una estructura partidaria que hoy busca rearmarse. Pero a diferencia del relato bíblico, el intendente no dejó espacio para el arrepentimiento; más bien, construyó un mensaje de identidad política basado en el presente y en lo que define como continuidad de un proyecto propio.
HECHOS aparece así como el refugio y la bandera que levanta Martínez en el escenario provincial. En un momento donde las alianzas parecen mutar con rapidez, el intendente eligió negar lo que para algunos era obvio y, con su negativa, reforzar el camino que dice haber seguido siempre.
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