Desde 1985, Miguel Angel Colabella y su familia llevan adelante la empresa “Colabella”, dedicada a elaborar productos saludables que se fabrican en nuestra ciudad y se venden en todo el país.
Con 37 años de arduo trabajo y perseverancia, la compañía familiar diversificó su oferta y se expandió en el mercado nacional a partir de la investigación y la experimentación en la elaboración de nuevos productos sanos y naturales.
Con más de 85 opciones antioxidantes, desintoxicantes, deportivas, gourmet y dietéticas, entre otras, “Colabella” vende sus suplementos en 30 distribuidoras de distintos puntos del país y de modo on line.
Su fundador, Miguel Angel aseguró a PRIMERA PLANA que “nos fuimos adaptando a la situación actual y en su momento, modificando formulaciones de acuerdo a lo que la gente quería.
“La empresa desde sus orígenes fue y es familiar. Yo soy el pensador y ejecutor, pero siempre estuve acompañado por mi señora Silvia Lattanzio y mis hijos César y Mariana”, continuó.
Colabella comenzó con la compañía cuando, en 1985, conoció a Jorge Malleret, dueño de Jugos Malleret, quién participaba en planes de alimentación que utilizaban leche de soja, conjuntamente con leche de vaca, en los desayunos y meriendas para bajar los costos y mejorar la calidad nutricional. “En ese momento, la soja iba muy bien y ahí fue cuando hice la primer máquina y comencé a producir leche de soja”, recordó.
Visionario en el rubro, con el paso del tiempo, Miguel Angel sostuvo que “mientras mi hijo estudiaba, me acompañaba en la fábrica y comenzamos a hacer otros alimentos saborizados, en base a soja. Fuimos los primeros en el mercado en arrancar con esta línea de productos”.
En 2008, César falleció como consecuencia de un accidente. “Estuve 3 años con la fábrica parada después. No podía entrar”, recordó.
En 2011 retomó la producción, con el impulso de un nuevo producto. “En ese momento comenzaba a usarse las semillas chiquitas como quínoa, lino, chía, sésamo, mijo, que tienen muy buen poder nutricional, en tanto y en cuanto sean transformadas en polvo, así que inscribimos en Salud Pública un polvo para elaborar bebidas vegetales”, precisó.
En esta línea, el empresario narró un suceso particular cuando comenzaron a comercializar la bebida vegetal a base de alpiste: “Una persona me llamó para agradecerme porque su mamá había vuelto a leer. Yo no entendía qué tenía que ver yo hasta que me aseguró que desde que comenzó a consumir el alpiste, recuperó la vista paulatinamente.
“Me puse a investigar y descubrimos los beneficios que tiene en la salud. Hoy es uno de los productos que más vendemos”, aseguró.
Miguel Angel remarcó que “en la actualidad me está acompañando Lautaro, hijo de Mariana. Estoy tratando de inculcarle los conocimientos para que vaya continuando la empresa con sus hermanas, Nicole y Agustina”, indicó.
A pesar de los altibajos y las dificultades propias de todo emprendedor, Miguel Angel recalcó que “siempre seguimos trabajando y apostando a nuevos productos e inquietudes. Sí miro para atrás, por desconocimiento he cometido muchísimos errores, pero muchísimos más aciertos”.
En ese sentido, sostuvo que “soy muy perseverante, no me rindo en el intento. El trabajo para mi es fundamental. Todo es prueba y error y tener constancia de seguir y buscar. Mi abuelo ya decía, con paciencia se gana el cielo. Y como siempre le digo a mis nietos: La base de todo esto es la duda, porque a partir de las preguntas es que se encuentran las respuestas”, concluyó Miguel Angel Colabella a PRIMERA PLANA.
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