Desde la infancia de juegos en la calle hasta la militancia política, su vida ha sido un recorrido marcado por la pasión y el compromiso. Creció entre danzas folklóricas, el cariño de su familia y la temprana responsabilidad de abrirse camino. La docencia, la política y la cultura han sido pilares fundamentales de su trayectoria, con hitos que van desde la enseñanza del folklore hasta su labor legislativa y educativa. Hoy, sigue apostando por el diálogo y el trabajo en comunidad, fiel a sus valores y a la convicción de que los cambios se construyen con compromiso y respeto. En diálogo con EL TIEMPO, nos relata sus recuerdos más destacados:
¿Qué anécdota recuerda de su infancia/adolescencia?
Tuve una infancia de chicos jugando en la calle, hasta que nos llamaban a merendar o a cenar con el grito de “a casaaaa”, jugar al carnaval entre vecinos de patio en patio, a mi tía y maestra jardinera, Norma Pomar (quien partió hace unos días) y los paseos en los que juntaba flores de manzanilla para regalarle y ella agradecía con una enorme sonrisa. Mi señorita de primero Chocha Terzaghi que me enseñaba a escribir con la mano derecha cuando yo era zurda, con ternura y paciencia para que no fuera traumático. Las danzas folklóricas que abracé a los 4 años y que me han acompañado toda la vida. La adolescencia un poco más complicada, debí enfrentarme a muchas situaciones que me obligaron a madurar rápido, pero prefiero guardar los buenos recuerdos de amigos que aún conservo. Trabajé desde muy chica y terminé mis estudios secundarios con mucho esfuerzo. Las salidas, los picnic y bailes de primavera, los amores correspondidos o frustrados, pero amores al fin. La vida misma no deja de ser una eterna anécdota.
¿Qué momento destacas de tu carrera?
En mi vida adulta la decisión de ser madre es lo único de lo que jamás me arrepentiré, todo lo demás puede cuestionarse. Dos hijas que son mi orgullo, buenas personas, trabajadoras, buenas amigas de sus amigos, creo que hice un buen trabajo, aunque esta valoración se las dejo a ellas. Mi adolescencia y mi juventud dedicada al folklore. Con la Democracia recuperada el Doctor Young me convocó para enseñar Folklore en los Centros de Desarrollo Comunitario, llegamos a tener 400 alumnos, en el año 1985 conformé el primer Cuerpo Municipal de Danzas, un orgullo que atesoro. En 1983 como tantos jóvenes analicé la historia de los partidos y resolví que el Radicalismo era el que me representaba, trabajamos con gente de otras agrupaciones políticas con una convivencia que hoy parece imposible. Abracé la causa del radicalismo y lo hice mi vida, muchos años de militancia, solo convicción y compromiso. En el partido encontré gente maravillosa y de la otra también, como en todos los ámbitos de la vida, a muchos aún los conservo como “mis amigos”. En el año 2003 tuve el honor de ser concejal, cumpliendo mi rol con responsabilidad y compromiso al dejar el mandato fui la Concejal con mayor labor Legislativa del período, -dato que los votantes deberían revisar de sus representantes. En los periodos en los que no tuve cargo público trabajé como autónomo, nunca viví de la política. En el periodo 2019-2023 fui Consejera Escolar, me queda en el “debe” poder tener una Ley que permita revalorizar ese organismo, tarea que trabajo con consejeros y exconsejeros con los que sigo en contacto.
¿Cómo estás viviendo tu presente? ¿Qué rescatas de él?
Mi presente es una vida tranquila sobreviviendo como todos los argentinos con un pequeño emprendimiento. He retomado mi pasión por bailar folklore con adultos, actividad que me llena de energía. Participo de alguna actividad con alguno de los amigos que me dejó la política, siempre diciendo lo que pienso “…digo lo que pienso y hago lo que digo…”. Rescato de mi presente, poder haber perdonado a quienes me hicieron daño, haber sido agradecida con quienes me acompañaron y ayudaron.
¿Cómo te ves en el futuro?
Mi futuro lo veo igual que mi presente, comprometida con lo que le pasa a cada uno de los argentinos, tratando siempre de aportar ideas que puedan cambiar la realidad. Estamos viviendo momentos violentos, pero también es cierto que venimos en esta decadencia desde hace muchos años. No tengo claro cuál es el camino al futuro, pero aportaré lo que pueda para que sea mejor. Donde no me veo, es con los violentos y los corruptos, pero por lo demás escucho a todos y trato de entender a todos porque estoy convencida que los cambios no tienen ideología, sino puntos de encuentro, sin la mirada anacrónica de derecha o izquierda, pueblo - anti pueblo, entre otras. Sólo resaltar los valores de la Democracia y la República, todo lo demás se puede resolver con altura intelectual y sin personalismos.
¿Cuál fue el mejor y peor momento de tu vida?
Mis mejores momentos en la vida los días que nacieron mis hijas no se compara con nada, sin dudas he tenido muchos momentos felices o memorables que atesoro, pero esos dos momentos son únicos. Los peores, los guardo por dolorosos, pero quizá el día que perdí mi tercer embarazo a los 4 meses de gestación fue un clic en mi vida; o las traiciones de las personas que he querido, pero me permitieron encontrar mi capacidad de resiliencia. En definitiva, “...vida nada te debo, vida nada me debes, vida estamos en paz…”
¿Crees que cumpliste todo lo que te propusiste?
Decir que uno cumplió todos sus objetivos creo que es ser soberbio, tengo muchas asignaturas pendientes, muchas frustraciones, muchas resignaciones o postergaciones por priorizar cosas que después no fueron, pero también tengo muchas satisfacciones. La vida es una sucesión de momentos que se van hilando, solo importa que el balance al fin del camino sea positivo.
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