Según datos del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, el mercado inmobiliario mostró un crecimiento en compra y venta de propiedades en todo el territorio bonaerense. Hablamos con el martillero público, profesor y dueño de inmobiliaria Mariano Heymo, quien dio a Cosa Cierta un panorama actual sobre el mercado inmobiliario en San Nicolás de los Arroyos.
“En los últimos seis meses las consultas han subido notablemente. Las operaciones han aumentado un poco, no mucho en relación con los últimos 10 años, que veníamos de una depresión. Yo creo que esto se dio porque el dólar blue y el oficial se mantuvieron muy parejos, y la nueva línea de créditos ayudó a la gente que estaba indecisa a decidirse por alguna compra de vivienda”, aseguró el martillero público, quien agregó: “Siempre hubo operaciones simultáneas, es decir, alguien vende algo grande para comprar algo más chico y viceversa. Lo que sucedió en este tiempo, si lo relacionamos con el proceso anterior, es que la actividad ha crecido. ¿Cuánto? No lo sé, porque este es un proceso que empezó en octubre o noviembre del año pasado. Las consultas aumentaron y las operaciones inmobiliarias en San Nicolás han crecido mucho”.
Heymo explicó cómo se calcula el valor de un contrato de alquiler: “Los valores locativos, no es de ahora, son altos en relación con los ingresos de la gente. Las actualizaciones se realizan a través de un índice que se llama ICL (Índice de Contratos de Locación), que a su vez está conformado por dos índices más: el RIPTE (Remuneración Imponible de los Trabajadores Estables) y el IPC (Índice de Precios al Consumidor). Ese promedio que resulta del ICL ha bajado mucho”.
El aumento actual es del 13%
“Si miramos desde junio de 2023 a junio de 2024, los aumentos superaron el 200%. Hoy, una actualización cada cuatro meses de contrato, por ejemplo, tiene ahora en junio un aumento del 13%. Es decir, las actualizaciones han bajado, más allá de que los montos locativos son altos desde hace ya varios años, y el ingreso de la gente no acompaña esa evolución”.
El profesional también se refirió a los precios de los alquileres según las locaciones y su ubicación:
“Un monoambiente dentro de la zona céntrica ronda, como mínimo, los 300 mil pesos, más tasas municipales y expensas. Fuera de los cuatro bulevares, sin alejarnos tanto del centro, están en unos 250 mil pesos. En cuanto a casas —donde ya tenés un patio, un jardín, una cochera— hay mucha demanda y muy poca oferta. Si hablamos de una casa tipo dentro de los cuatro bulevares, de dos dormitorios y en buenas condiciones, tenemos que hablar de 700 mil pesos para arriba. Si tiene más dormitorios, el valor es mucho más alto. Un departamento céntrico de dos dormitorios, relativamente bueno, no vale mucho menos que una casa de dos dormitorios”.
Con respecto a la prohibición por parte de algunos dueños de no alquilar con niños o mascotas, aseguró:
“Nosotros, como inmobiliaria, somos intermediarios entre los dueños e inquilinos. Muchas veces, los dueños de las casas ponen la restricción de niños o mascotas porque han tenido malas experiencias. Por ejemplo, un inquilino tenía un perro grande o le devolvió la casa con todas las paredes rayadas. Entonces, ponen esas restricciones para no tener gastos mayores a la hora de volver a alquilar la locación. Esta cuestión de las mascotas es muy discutible; son muy pocos los propietarios que se niegan, e incluso lo de los niños es aún más discutible”.
Finalmente, describió los requisitos para poder alquilar una vivienda:
“Que tenga ingresos justificables. Nosotros pedimos antecedentes comerciales, antecedentes bancarios y que los garantes sean dos o tres, con una antigüedad laboral de al menos ocho meses. En pocas palabras, recibo de sueldo y garantías. En el caso puntual de nuestra inmobiliaria, en el 99% de los casos no pedimos depósito. El inquilino, para ingresar, debe pagar varias cosas: si entra del 1 al 10, debe abonar el mes adelantado de alquiler, más un mes de honorarios de la inmobiliaria, más la certificación de firma y el sellado del contrato. Hace ya unos 15 años que no pedimos el depósito de garantía, pero intentamos instrumentarlo con un pagaré o un documento, para que no se le haga tan pesado al inquilino”.
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