Según testimonios de comerciantes de la zona céntrica y peatonal, brindados a la prensa local, la situación ha ido empeorando en los últimos meses. La actividad delictiva en Mar del Plata mostró un repunte en el primer trimestre de 2025: se registraron 1.591 hechos de violencia con armas, un 40% más que en el mismo período de 2024.
Además, se reportaron 567 robos de automóviles, con el centro como el área más golpeada (32 casos), y 745 robos y hurtos de motocicletas.
Edith Santillán, dueña de la tienda de ropa Rubí Boutique (Santa Fe y Peatonal San Martín), relató un robo reciente y describió la zona como una “tierra de nadie”, particularmente peligrosa después de las 21. Ante los reiterados delitos, ha tomado medidas extremas como asegurar la ropa percha por percha con candados, tras el hurto de más de 20 remeras de una sola vez.
Juan Pablo Valentini, de Jockey Club Tabaquería (Córdoba y San Martín), con más de 90 años en el barrio, afirmó que la situación “empeora día a día”. Habló del crecimiento de la venta de drogas, el aumento de mecheros y los constantes episodios de violencia en la vía pública.
También criticó la escasa acción policial: “Los agentes en la garita no dan abasto, no pueden intervenir solos ante grupos de agresores”. Indicó que sólo se ve patrullar a la policía municipal, mientras que el resto de la zona parece “liberada”, lo que llevó a muchos comercios a cerrar más temprano.
Situación “grave”
Ana María Guelfo, propietaria de la chocolatería “Milagros del Cielo” (Mitre entre Rivadavia y San Martín), consideró la situación “grave”, y denunció la presencia de cuidacoches, personas en situación de calle y mendigos, lo que contribuye a un clima de desorden e inseguridad.
Su negocio también ha sido blanco de robos, por lo que decidieron cerrar una hora antes y reforzar la seguridad con persianas y candados. Lamentó que durante la noche no haya ningún tipo de control policial en la zona, a pesar del trabajo de monitoreo del COM y la patrulla municipal, que —señaló— “no cuenta con autoridad suficiente”.
Escasa presencia policial
Pamela Maizeres, de “Almacén de Ramos Generales” (San Martín y La Rioja), coincidió con las denuncias sobre la escasa presencia policial. Aseguró haber sufrido múltiples robos y colocó un cartel con fotos de mecheros para advertir tanto a delincuentes como a otros comerciantes.
Relató un episodio en el que un ciudadano tuvo que retener a un ladrón hasta que llegara la policía, y sostuvo que el clima general impide desarrollar la actividad comercial con normalidad: “Trabajar así es angustiante, la inseguridad es constante”.
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