La semana pasada se cumplieron siete meses del asesinato del sampedrino Mauricio Cordara, chofer del exreferente de Uatre/Osprera Pablo Ansaloni, quien en estas elecciones buscará volver a ocupar una banca en la Cámara de Diputados de la Nación, esta vez en la boleta de La Libertad Avanza, junto a Javier Milei.
La causa por el crimen está a cargo de la fiscala de Colón Magdalena Brandt, quien logró detener a uno de los coautores, al que contrató a lo sicarios para cometer el asesinato y a varias personas sindicadas como partícipes secundarias. Pero aún resta uno de los responsables, el autor del disparo.
Se llama Alfredo Nicolás “El Calamar” Almirón y la investigación lo tiene como el que utilizó el arma de fuego con la que se efectuaron nueve disparos en la puerta de la casa de Ansaloni, luego de que Cordara llegar con los hijos del dirigente sindical y político.
Declarado prófugo, la Justicia lo busca sin éxito desde que pudieron confirmaron su participación. A la orden de detención librada en su contra y distribuida en todo el país, la familia de la víctima quiere proponer que se sume una recompensa que permita obtener datos sobre su paradero.
El último detenido por el caso fue Julián Nicolás Marcelo Gómez, un exconvicto que cumplía condena por robo calificado cuando mataron a Mauricio Cordara. La instrucción de la causa logró establecer que desde la propia cárcel se habría ocupado de contratar a los sicarios, aunque todavía no está a claro quién fue el que lo contrató a él para organizar el asesinato.
El resto de los detenidos en la causa están acusados de ser partícipes secundarios por estar relacionados con la preparación del automóvil utilizado para trasladar a los sicarios. Están alojados en Rosario, donde tramitan otras causas en su contra.
Todos los involucrados tienen prisión preventiva confirmada por la Cámara de Apelaciones y Garantías, donde recurrieron la decisión de primera instancia de que sigan presos mientras se sustancia el proceso que los llevará a juicio.
Ángel Ochoa estaba preso cuando lo acusaron de vender el automóvil para “hacer un laburo” que no era otro que matar a Cordara. Jonatan Blas Sosa es quin tenía el Palio en una cochera. ernando Burgos está señalado como el comprador que les facilitó el Fiat a los asesinos.
Ramón “Monchi” Vallejos, padre del conocido líder de una organización vinculada al narcotráfico Hernan “Lichi” Romero, manejaba el auto tres días después del asesinato y es el único acusado de “encubrimiento.
Ese automóvil había sido robado en agosto pasado en La Tablada, partido de La Matanza, y le colocaron la patente de otro coche robado en Monte Grande, partido de Esteban Echeverría, para trasladarlo a Rosario y luego usarlo para el crimen.
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