Vialidad Nacional y Corredores Viales S. A. iniciaron la reparación de la Ruta Nacional 9, pero uno de los tramos del norte bonaerense quedó sumamente dañado tras el temporal del fin de semana pasado. A partir de la evaluación técnica, las autoridades diseñaron un plan de habilitación en dos etapas para recuperar el paso vehicular pleno en casi tres semanas.
La zona cerrada es un segmento de casi 50 kilómetros en la mano con destino a Buenos Aires, mientras que el bloqueo es un poco más amplio en el sentido opuesto. En este escenario, se establecieron dos caminos alternativos entre Rosario y Buenos Aires:
Camino 1: Desde Rosario tomar la Ruta Nacional 9 hasta San Nicolás, luego continuar por la Ruta Nacional 188 hasta Pergamino, la Ruta Provincial 51 hasta Arrecifes o la Ruta Provincial 41 hasta San Antonio de Areco; en cualquiera de los tres casos se puede circular por la Ruta Nacional 8 hasta CABA.
Camino 2: Desde Rosario, tomar la Ruta Nacional 174 por el puente a Victoria, continuar por la Ruta Provincial 11 hasta Gualeguay, luego avanzar por la Ruta Nacional 12 hasta Zárate, donde podrá proseguir por la Ruta Nacional 193, o bien circular por la Ruta Nacional 9 para llegar a Buenos Aires.
La Ruta 188 es una arteria clave para la actividad productiva, para el transporte regional y para la vinculación entre distintos distritos del norte bonaerense. Su deterioro impacta de manera directa en la economía, en la logística y, sobre todo, en la seguridad de las personas.
Intransitable
La Ruta 188, una arteria clave para la actividad productiva regional y para la vinculación entre distintos distritos del norte bonaerense, es una trampa mortal para quienes circulan en el tramo Pergamino-San Nicolás. La carpeta asfáltica sufre desde hace años un deterioro progresivo. Entre Guerrico y Acevedo se torna intransitable y sumamente peligrosa.
Las intensas lluvias de las últimas semanas y el incesante tránsito de camiones vinculados a la cosecha han profundizado el deterioro de la Ruta Nacional Nº 188, en particular en el tramo comprendido entre Guerrico y Acevedo, dentro del partido de Pergamino.
Esta presión extra sobre una calzada ya castigada por años de desinversión solo aceleró el proceso de degradación. Hoy, quienes transitan por allí encuentran baches de gran profundidad, zonas con material suelto, bordes descalzados y sectores que directamente no admiten el paso seguro de vehículos.
Obligados a circular a paso mínimo, autos realizando maniobras peligrosas para esquivar pozos y motociclistas en situación de extrema vulnerabilidad son consecuencias directas de un problema que ya no puede ignorarse. La preocupación de los usuarios crece ante la falta de soluciones, mientras la ruta sigue degradándose, transformándose en una amenaza evitable que exige acciones urgentes.
La falta de mantenimiento por parte de Vialidad Nacional ha generado no solo una creciente indignación entre los usuarios habituales, sino también una legítima preocupación por el riesgo que representa conducir por una vía en semejantes condiciones. Camiones que deben reducir a mínima velocidad, automovilistas que se ven obligados a maniobras bruscas para evitar pozos y motociclistas expuestos a accidentes por el asfalto desgranado forman parte de una escena cotidiana que no debería naturalizarse.
No se trata de un camino secundario. La Ruta 188 es una arteria clave para la actividad productiva, para el transporte regional y para la vinculación entre distintos distritos del norte bonaerense. Su deterioro impacta de manera directa en la economía, en la logística y, sobre todo, en la seguridad de las personas.
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