Un equipo de investigación del INTA Pergamino identificó recientemente dos regiones del ADN del trigo vinculadas a un aumento del rendimiento del cultivo, gracias a su influencia en la eficiencia reproductiva de la espiga.
El estudio, liderado por Fernanda González, especialista del INTA, detectó un QTL (región específica del genoma) que incrementa el número de granos por espiga hasta un 7% y mejora el rendimiento total del trigo en un 5%. “El rendimiento del trigo está determinado por diversos factores ecofisiológicos y genéticos, como el número de granos por espiga, el peso de mil granos y el número de espigas por unidad de área”, explicó González, quien destacó el impacto de estas variables en el desarrollo de estrategias de mejoramiento genético.
Los investigadores enfocaron su análisis en dos regiones: QFEm.perg-3A y QFFE.perg-5A. Según Nicole Pretini, investigadora principal del estudio, “los resultados mostraron que QFFE.perg-5A mejoró significativamente la eficiencia reproductiva en todos los ambientes, aumentando el número de granos por espiga en un 7% y el rendimiento total en un 5%”. Sin embargo, añadió que “QFEm.perg-3A también mejoró el rendimiento, pero presentó una fuerte interacción con el ambiente, lo que sugiere que su efectividad depende de las condiciones de cultivo”.
Leonardo Vanzetti, también integrante del equipo de investigación, precisó: “Para este estudio pudimos determinar cuál es la región que se asocia a la fertilidad de la espiga”. Y agregó: “Los cultivares de trigo son genéticamente distintos, y por lo tanto, hay materiales que tienen distintas variantes alélicas de ese QTL, en algunos casos, mejorando la fertilidad de la espiga y, en otros, no”.
Los resultados evidencian el potencial de estas regiones genéticas para ser incorporadas en programas de mejoramiento con el fin de aumentar el rendimiento del trigo de forma sostenible. “La integración de herramientas de genética molecular y ecofisiología en la selección de cultivares puede representar un avance clave para la seguridad alimentaria global”, subrayó González.
Finalmente, el estudio también reveló una baja adopción de estas mejoras en el mercado. “Solo el 24% de las variedades comerciales actuales contienen el alelo favorable de QFFE.perg-5A”, advirtió González, quien remarcó que “detectamos que la variedad Baguette 19 posee una constitución genética con un alelo de QTL asociado a una alta fertilidad de la espiga, a diferencia de otras variedades”.
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