Red Puentes nació hace 10 años y llegó a Pergamino para brindar asistencia a las personas con consumo problemático o en situación de calle.
La denominada Casa Puentes está ubicada en calle San Martín 1087 y conforma un centro de día para que quienes asisten puedan desayunar, lavar su ropa, mirar televisión, merendar y hacer diferentes talleres.
El trabajo del equipo de profesionales que forma parte de Casa Puentes genera un espacio de contención, con psicólogos y asistentes sociales que actúan en primera instancia.
En este último tiempo, se incrementó el número de personas que llegan buscando un refugio. “El crecimiento de las últimas semana de Puentes ha sido increíble más que nada de las personas sin techo. Se sumaron 6 ó 7 chicos más que son los que están durmiendo en la Terminal y si bien la mayoria recibe una pensión, hay un desinterés del Estado local terrible”, dijo Pablo Quevedo, representante de Casa Puentes, a Pan&Circo de RADIO MAS (FM 106.7).
“Hoy recibir una pensión no te asegura ni siquiera poder vivir 10 días al mes y mucho menos alquilar algo”, agregó.
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El secretario de Acción Social, Paolo Bonanno, aseguró que se está trabajando con las personas en situación de calle de la ciudad, quienes son enviadas a un hotel de manera transitoria. Al respecto, Quevedo, que vive en primera persona la problemática, señaló que “algunos tuvieron la posibilidad de dormir en un hotel, lo cual no se tiene en cuenta muchas problemáticas como el consumo; mandarlos a un lugar donde también hay una problemática sobre ese tema, es complicado”.
El activista añadió que “es una barbaridad decir que alguien que vive en la calle no quiere ayuda, es decirlo desde el lado del desinterés y del no trabajar. No es una decisión personal vivir en la calle; eso se dice desde la comodidad de la casa, con un calefactor prendido y sin la falta de nada”.
Casa Puentes es una iniciativa que busca seguir creciendo en lo profesional y estructural para poder completar el proceso de ayuda a las personas que quedaron relegadas a la vista de las autoridades responsables.
“Hoy se le pone profesionalismo y eso nos da un margen de tranquilidad, pero para poder ayudar necesitamos articular con el Municipio u otras entidades para poder llevarlo a cabo”, remarcó Pablo Quevedo.
“Con una decisión política esto se soluciona muy rápido” porque “el 70 por ciento te pide trabajo; no quieren que les regales nada. Hay un caso de un chico que duerme en la Terminal, que quiso ingresar a la UNNOBA y quedó afuera por no tener un mail”, reveló Quevedo sobre la situación actual del refugio y los casos particulares de quienes asisten al lugar en búsqueda de un mejor futuro.
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