La semana pasada, el exjuez Alberto Baños presentó la renuncia a la Subsecretaría de Derechos Humanos después de una gestión atravesada por recortes, polémicas y una clara degradación institucional.
Durante los dos años que estuvo en su puesto, Baños redujo la dependencia a una tercera parte y empujó una línea que abrazó las críticas a las políticas de memoria. El mes pasado llegó incluso a presentarse ante un comité de la ONU para negar la magnitud de los crímenes de la última dictadura, una postura que encendió alarmas en organismos y trabajadores del área. Eso no se terminará con la salida del exmagistrado, ya que se espera que la persona que llegue también profundice ese discurso.
Según revelaron fuentes oficiales, su reemplazante se anunciaría este martes, en una fecha que coincide con un nuevo aniversario de la condena a los principales miembros de la Junta Militar por los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura.
De acuerdo con lo que comentan desde el oficialismo, la persona que sucederá a Baños se encargará de llevar adelante un nuevo ajuste en el área (que durante la gestión de Baños pasó de Secretaría a Sub) y se concentrará en la defensa jurídica en temas como la libertad de prensa, muy lejos de cualquier discurso relacionado con lo sucedido durante la dictadura o el rol de los organismos de derechos humanos.
La posibilidad de que Alfredo Vítolo, exasesor del macrismo en temas de derechos humanos y conocido por mostrarse abierto a la idea del “perdón” a los represores, llegue al puesto es muy alta.
En esa línea, quienes trabajan en organizaciones consideran que el acto del próximo 10 de diciembre (por el Día de los Derechos Humanos) terminará de consolidar una postura que el Gobierno viene sosteniendo: indemnizaciones a las víctimas de los muertos por el accionar de la guerrilla y la libertad de los militares que aún cumplen condenas por violaciones a los derechos humanos y delitos de lesa humanidad aberrantes.
El 29 de noviembre pasado, el grupo Pañuelos Negros llevó adelante un acto en Plaza de Mayo para pedir por la libertad de los militares detenidos, ya sea en cárceles federales (la minoría) o de forma domiciliaria. La organización negacionista está encabezada por Asunción Benedit, hermana del diputado Beltrán Benedit. Además, la integran las legisladoras porteñas libertarias Rebeca Fleitas y Lucía Montenegro y Lucrecia Astiz, hermana del exmarino condenado Alfredo Astiz.
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