La ingesta habitual de café ha sido relacionada con beneficios significativos para la salud, incluso con una menor incidencia de enfermedades crónicas y una posible prolongación de la vida. De acuerdo con la Dra. Rhonda Patrick, especialista en nutrición y envejecimiento celular de California, la manera en que se prepara esta bebida tiene un impacto directo en sus efectos sobre el organismo.
En su programa Found My Fitness, Patrick explicó que consumir café regularmente, especialmente entre una y tres tazas por día, se asocia con una disminución en la edad biológica, medida por indicadores epigenéticos. Esta reducción se manifiesta en una menor inflamación, mejor metabolismo y menor riesgo de enfermedades comunes con el paso del tiempo.
La doctora en ciencias biomédicas destacó que, en promedio, una taza diaria puede representar una reducción de hasta un año en la edad epigenética. Esto se debe, en gran parte, a los compuestos bioactivos del café, en particular los ácidos clorogénicos, que actúan sobre los genes que regulan la salud celular.
La evidencia disponible indica que esta infusión tiene un efecto positivo sobre los llamados “relojes epigenéticos”, sistemas que miden el envejecimiento celular. El consumo constante de esta bebida puede retrasar estos mecanismos y mostrar perfiles biológicos más jóvenes en quienes lo consumen regularmente.
El café influye en procesos biológicos como la inflamación, el metabolismo y la reparación del ADN. A través de modificaciones en la metilación del ADN, puede reducir la velocidad del envejecimiento, según estudios que evalúan la aceleración de PhenoAge, un marcador epigenético de la edad.
Además, los beneficios se han asociado con una menor prevalencia de enfermedades como la diabetes tipo 2, ciertos trastornos neurodegenerativos y patologías cardiovasculares. Estos efectos fueron observados en investigaciones a gran escala, como las del National Institutes of Health (NIH) y la Universidad de Harvard.
Uno de los puntos más relevantes planteados por la Dra. Patrick es que no todas las formas de preparar café son igual de efectivas. El método recomendado es el filtrado con papel, ya que elimina compuestos que pueden elevar el colesterol, conocidos como durpenes (cafestol y kahweol), sin afectar la presencia de antioxidantes beneficiosos.
“El café filtrado se destaca consistentemente como la mejor opción para la longevidad y la salud general”, dijo la especialista. “
Los filtros de papel retienen estas sustancias lipídicas, que están presentes naturalmente en los granos de café y pueden impactar negativamente la salud cardiovascular si no se eliminan. Al mismo tiempo, permiten que los polifenoles, especialmente los ácidos clorogénicos, se transfieran a la bebida, y de esta manera conservar sus propiedades antioxidantes.
Los estudios citados por la especialista sugieren que beber entre dos y cinco tazas diarias de café filtrado puede reducir la mortalidad por enfermedades del corazón hasta en un 20%. En contraste, las formas sin filtrar, podrían no ofrecer los mismos beneficios.
“Beber café filtrado consistentemente puede reducir el riesgo de demencia hasta en un 50% en comparación con aquellos que no optan por esta infusión. Sin embargo, estos beneficios disminuyen drásticamente o incluso se revierten cuando se utilizan métodos de preparación sin filtrar, especialmente con el consumo de cantidades extremas”, explicó la Dra. Patrick.
Otro factor relevante señalado por la Dra. Patrick es el horario en que se consume el café. Las investigaciones muestran que tomarlo por la mañana, y evitarlo en horas cercanas al descanso nocturno, potencia sus efectos positivos.
“Cuándo bebes tu café, realmente importa”, subrayó la especialista. “Las personas que lo consumen exclusivamente por la mañana muestran beneficios significativos para la longevidad en comparación con aquellos que distribuyen la cafeína a lo largo del día”, detalló.
La cafeína tiene un impacto sobre los ritmos circadianos del cuerpo. Si se ingiere en la tarde o la noche, puede alterar la producción de melatonina y afectar el sueño, lo que provoca desajustes en los ciclos biológicos. Por ello, se recomienda evitar el consumo al menos ocho horas antes de dormir.
Un estudio mencionado por la Dra. Patrick evidenció que quienes lo beben exclusivamente en la mañana presentan un 12% menos en la tasa de mortalidad general, así como una reducción del 31% de muertes por enfermedades cardiovasculares.
“Distribuir esta infusión a lo largo del día (por la mañana, por la tarde y por la noche) no mostró los mismos beneficios para la salud. El efecto protector parece ser exclusivo de comenzar el día con café en lugar de beberlo continuamente a lo largo del día”, agregó.
Para obtener los efectos más positivos del café sobre la longevidad y el envejecimiento, la Dra. Rhonda Patrick recomienda:
Según la especialista, el café puede ser una herramienta valiosa para apoyar el bienestar a largo plazo, siempre que se consuma de forma controlada y con preparación adecuada.
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