Ayer falleció un apreciado y reconocido vecino de Pergamino, Antonio Agustín “Gringo” Abatte, a los 77 años.
“Gringo” fue un distinguido dirigente del Club Sirio Libanés y vecino referente del Barrio Acevedo. Una persona cordial y humilde, reconocida en distintos ambientes.
Los que saben de fútbol, lo ubican como un jugador de notables condiciones, que lo llevaron a ser parte de las divisiones inferiores de San Lorenzo de Almagro, precisamente del grupo de la mejor generación de futbolistas de la institución como Roberto “Oveja” Telch y Narciso Horacio “Loco” Doval, entre otros.
Cuando llegó a la tercera división decidió dejar la actividad, pero nunca interrumpió la amistad arraigada con varias figuras de glorias de San Lorenzo, que hasta lo visitaban en nuestra ciudad.
En Pergamino vistió la camiseta de Compañía General Buenos Aires, donde debutó muy joven y en una recordada final convirtió el gol que le prohibió a Douglas Haig consagrarse campeón.
Antonio “Gringo” Abatte estaba casado con Mimy, era padre del reconocido periodista Fabricio Abatte, en la actualidad jefe de la sección Deportes del Diario La Mañana de Neuquén y de Romina, profesional del Derecho; suegro de Stella Maris y abuelo de Lara y Renzo.
Fabricio, precisamente, alguna vez expresó con profundo orgullo, que su papá era “el gran amigo del Tío Cámpora que le abría puertas de la Rosada a los demás por causas nobles pero jamás aceptó favores, el que se escapaba al hipódromo desde la pensión de San Lorenzo con el Loco Doval, el que salió de Barrio Obrero pergaminense, se codeó con ricos y pobres y tuvo uno de los primeros O kilometros del Barrio Acevedo.
“El que llevaba a los vecinos y vecinas de madrugada a la clínica o hospital muchas veces a parir (le pusieron ‘la ambulancia’ a su Renault 12 en los ‘70), el bohemio, el burrero, el nochero, el timbero.
“El de los mil errores, el crack con enorme futuro que colgó los botines porque no le gustaba levantarse a ir a entrenar. El que con su escuela de la calle se convirtió en uno de los dirigentes más respetados de un club lleno de profesionales (Sirio), el que siempre me bancó en todas”.
La desaparición física de “Gringo” Abatte llena de dolor y tristeza los ámbitos que supo recorrer con entereza, nobleza y solidaridad.
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