Un nuevo estudio publicado en la revista científica PNAS indagó en las causas y características de la asexualidad, definida como la ausencia o escaso interés en la atracción y las prácticas sexuales.
La investigación, realizada por un equipo de psiquiatras, psicólogos y epidemiólogos, analizó la interacción de factores genéticos, ambientales, físicos, cognitivos y sociales para comprender este fenómeno aún poco explorado.
El trabajo examinó a más de 400.000 personas en Reino Unido, de entre 39 y 73 años, y a 13.532 australianos de entre 18 y 89 años. En la primera muestra, alrededor del 1% de los participantes —2.068 mujeres y 1.861 hombres— declaró no haber tenido nunca relaciones sexuales.
El profesor Brendan Zietsch, de la Universidad de Queensland y coautor del estudio, explicó que no se halló un único gen responsable de la asexualidad, sino “muchos genes con pequeños efectos”, lo que refuerza la idea de que la genética es solo una parte de una red compleja en la que también pesan los contextos sociales, culturales e individuales.
Los investigadores identificaron correlaciones positivas entre la asexualidad y rasgos como la introversión, el espectro autista y la anorexia, mientras que las correlaciones negativas aparecieron frente a trastornos por consumo de alcohol y drogas, depresión, ansiedad y TDAH.
En términos de bienestar emocional, los resultados fueron dispares: quienes nunca tuvieron relaciones sexuales —especialmente los hombres— tendieron a describirse como más solitarios, menos felices y con menos redes de apoyo social.
También se detectó que los varones asexuales vivían con mayor frecuencia en zonas con menos mujeres disponibles y que la asexualidad, en general, era más común en regiones con altos niveles de desigualdad de ingresos.
Características de la asexualidad
Por otro lado, los datos mostraron que las personas asexuales consumen menos sustancias, tienen un buen desempeño académico y, en el caso de los hombres, presentan menor fuerza física, posiblemente asociada a bajos niveles de testosterona.
Según Zietsch, estas características coinciden con los estereotipos de menor éxito romántico en la adolescencia, muchas veces asociados al perfil de los llamados “nerds”.
Un debate abierto
El estudio plantea que la relación entre infelicidad y asexualidad aún no está del todo clara. Una de las hipótesis sostiene que la falta de vida sexual podría afectar el bienestar emocional al tratarse de un impulso humano fundamental.
Otra alternativa es que sean los problemas de salud mental y las condiciones sociales los que influyan en la falta de experiencias sexuales.
Estudios pendientes
En cualquier caso, los autores advierten que todavía faltan estudios a gran escala que analicen no solo el comportamiento sexual, sino también la atracción sexual y sus interacciones con los entornos locales y culturales.
“Conocer mejor las características asociadas a la asexualidad puede servir para reducir las barreras que dificultan a estas personas establecer vínculos satisfactorios”, concluyó Zietsch.
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